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Investigadores de la Universidad del Norte en Barranquilla están llevando a cabo la recolección de restos fósiles en el departamento del Atlántico para elaborar un mapa que identifique las zonas donde habitaron los mastodontes (o gonfotéridos). Se han encontrado huesos de manos y patas, así como piezas dentales, que pertenecieron a especies similares a los elefantes africanos, pero de menor tamaño. Aldo Rincón, docente investigador, destaca que esta colección es única en el Caribe colombiano y que muchos fósiles han sido recolectados por campesinos por curiosidad, sin entender su importancia histórica. Los restos fósiles, incluyendo mastodontes, ballenas y cocodrilos, se encuentran en el museo Mapuka de Uninorte y en el Museo Paleontológico de La Peña en Sabanalarga. La investigación busca comprender la migración y extinción de estas especies, con el objetivo de identificar las causas, como el cambio climático o la intervención humana. La labor exploratoria involucra a estudiantes y profesionales, contribuyendo a la construcción de un mapa geológico para comprender la historia y la megafauna en el Atlántico colombiano.
A continuación la noticia publicada por Caracol Radio:
Entender qué ocurrió hace miles de años en nuestro territorio, es tal vez imposible de imaginar, pero hace parte de una de las labores más interesantes que investigadores y estudiantes, lideran actualmente en Barranquilla, a partir de la recolección de restos fósiles de especies, que incluyen información muy importante acerca de aquellos organismos y el ambiente.
Huesos de manos y patas, así como piezas dentales, hacen parte de los hallazgos de campo en el departamento del Atlántico, donde se ha comprobado que habitaron especies muy similares a los elefantes africanos. Aunque con un menor tamaño, también poseían grandes colmillos que permiten diferenciarlos.
De acuerdo con Aldo Rincón, docente investigador del programa de Geología y de la maestría en Ciencias de la Tierra de la Universidad del Norte, se trata de una colección única en el Caribe, ya que no se tiene conocimiento de mega fauna en esta parte del país.
“Hay muchos fósiles que han sido recolectados por los campesinos, que van caminando y ven un molar muy atractivo, ellos tratan de tenerlo y guardarlo, sin tener en cuenta que está directamente asociado a un organismo que habitó el Caribe en el pasado y cuya tenencia se transmite de padres a hijos durante varias generaciones “, explica.
Hoy en día, las labores que adelanta con semilleros, les ha permitido recuperar estas piezas, muchas de las cuales has sido colectadas en las casas de varias familias del Atlántico, principalmente por curiosidad pero desconociendo su importancia histórica.
La colección de fósiles, de la que hacen parte también restos de ballenas, cocodrilos y otros organismos, reposa en el museo Mapuka de Uninorte y en el Museo Paleontológico de La Peña, Sabanalarga (Mupapa), a tan solo una hora y 20 minutos de Barranquilla. Según el profesor Rincón, se estima que unas 15 piezas de las 25 que estarán albergadas en la universidad, corresponden precisamente a mastodontes.
“Yo me voy con mis estudiantes y vamos a visitar a Luis Arjona, director del Mupapa, lo ayudamos con la colección y eso es importante porque le estamos dando valor agregado a esos fósiles”, explica el docente.
Con el hallazgo de los restos fósiles, empieza para los estudiantes, una titánica labor para explorar todo el pasado y la historia de cada una de las piezas que van descubriendo. Un fósil, por pequeño que sea, puede arrojar información clave que va desde la edad, hasta el género al que pertenece el mastodonte.
Estas especies fósiles, con ancestros en Norteamérica, pero con orígenes en de Asia, fueron migrando poco a poco entre continentes, según explica el docente Rincón, por lo que es vital la investigación para entender no solo cómo llegaron a esta región, sino para determinar qué ocasionó su extinción.
“Lo más importante es tratar de identificar qué fue lo que lo que disminuyó su población, es decir, lo que los llevo a su extinción. Ahí hay dos interpretaciones, una es que el cambio climático los afectó y desaparecieron después de no poder alimentarse, y la segunda es que nosotros, los humanos, usamos la ventaja asociada al cambio climático para llevarlos a su desaparición”.
De acuerdo a lo que han logrado recolectar, parte de los restos de las especies en el departamento, se han hallado en zonas como La Peña, en Sabanalarga, el municipio de Galapa, en el Canal del Dique y el Embalse El Guájaro, en jurisdicción de Repelón.
La labor exploratoria y de campo, atrae a estudiantes y profesionales, quienes desarrollan sus investigaciones a partir del trabajo con fósiles en el Atlántico. Cada aporte, hace posible la construcción de un mapa geológico, al que le apuestan desde la Universidad del Norte, para conocer no solo el pasado de cada fósil, sino también para entender la megafauna y las especies que habitaron en el Atlántico”.
Referencias:
Tras el rastro de los mastodontes, especies que habitaron y desaparecieron. Fuente: Cracol Radio 20.10.2022. (https://caracol.com.co/2022/10/20/tras-el-rastro-de-los-mastodontes-especies-que-habitaron-y-desaparecieron/?fbclid=IwAR27WU9dQpH49m627Uy0Y5ljSNB49xO-yjM5WJkCLNVDlyBM--R1J9LJQ74) [Última consulta 21.11.2023].
A continuación la noticia publicada por Caracol Radio:
Investigadores de la Universidad del Norte trabajan en la recolección de restos fósiles para elaborar un mapa que permita identificar las zonas del Atlántico donde habitaron los mastodontes (o gonfotéridos)
Entender qué ocurrió hace miles de años en nuestro territorio, es tal vez imposible de imaginar, pero hace parte de una de las labores más interesantes que investigadores y estudiantes, lideran actualmente en Barranquilla, a partir de la recolección de restos fósiles de especies, que incluyen información muy importante acerca de aquellos organismos y el ambiente.
Huesos de manos y patas, así como piezas dentales, hacen parte de los hallazgos de campo en el departamento del Atlántico, donde se ha comprobado que habitaron especies muy similares a los elefantes africanos. Aunque con un menor tamaño, también poseían grandes colmillos que permiten diferenciarlos.
De acuerdo con Aldo Rincón, docente investigador del programa de Geología y de la maestría en Ciencias de la Tierra de la Universidad del Norte, se trata de una colección única en el Caribe, ya que no se tiene conocimiento de mega fauna en esta parte del país.
“Hay muchos fósiles que han sido recolectados por los campesinos, que van caminando y ven un molar muy atractivo, ellos tratan de tenerlo y guardarlo, sin tener en cuenta que está directamente asociado a un organismo que habitó el Caribe en el pasado y cuya tenencia se transmite de padres a hijos durante varias generaciones “, explica.
Hoy en día, las labores que adelanta con semilleros, les ha permitido recuperar estas piezas, muchas de las cuales has sido colectadas en las casas de varias familias del Atlántico, principalmente por curiosidad pero desconociendo su importancia histórica.
La colección de fósiles, de la que hacen parte también restos de ballenas, cocodrilos y otros organismos, reposa en el museo Mapuka de Uninorte y en el Museo Paleontológico de La Peña, Sabanalarga (Mupapa), a tan solo una hora y 20 minutos de Barranquilla. Según el profesor Rincón, se estima que unas 15 piezas de las 25 que estarán albergadas en la universidad, corresponden precisamente a mastodontes.
“Yo me voy con mis estudiantes y vamos a visitar a Luis Arjona, director del Mupapa, lo ayudamos con la colección y eso es importante porque le estamos dando valor agregado a esos fósiles”, explica el docente.
Con el hallazgo de los restos fósiles, empieza para los estudiantes, una titánica labor para explorar todo el pasado y la historia de cada una de las piezas que van descubriendo. Un fósil, por pequeño que sea, puede arrojar información clave que va desde la edad, hasta el género al que pertenece el mastodonte.
Estas especies fósiles, con ancestros en Norteamérica, pero con orígenes en de Asia, fueron migrando poco a poco entre continentes, según explica el docente Rincón, por lo que es vital la investigación para entender no solo cómo llegaron a esta región, sino para determinar qué ocasionó su extinción.
“Lo más importante es tratar de identificar qué fue lo que lo que disminuyó su población, es decir, lo que los llevo a su extinción. Ahí hay dos interpretaciones, una es que el cambio climático los afectó y desaparecieron después de no poder alimentarse, y la segunda es que nosotros, los humanos, usamos la ventaja asociada al cambio climático para llevarlos a su desaparición”.
De acuerdo a lo que han logrado recolectar, parte de los restos de las especies en el departamento, se han hallado en zonas como La Peña, en Sabanalarga, el municipio de Galapa, en el Canal del Dique y el Embalse El Guájaro, en jurisdicción de Repelón.
La labor exploratoria y de campo, atrae a estudiantes y profesionales, quienes desarrollan sus investigaciones a partir del trabajo con fósiles en el Atlántico. Cada aporte, hace posible la construcción de un mapa geológico, al que le apuestan desde la Universidad del Norte, para conocer no solo el pasado de cada fósil, sino también para entender la megafauna y las especies que habitaron en el Atlántico”.
Referencias:
Tras el rastro de los mastodontes, especies que habitaron y desaparecieron. Fuente: Cracol Radio 20.10.2022. (https://caracol.com.co/2022/10/20/tras-el-rastro-de-los-mastodontes-especies-que-habitaron-y-desaparecieron/?fbclid=IwAR27WU9dQpH49m627Uy0Y5ljSNB49xO-yjM5WJkCLNVDlyBM--R1J9LJQ74) [Última consulta 21.11.2023].
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