domingo, 24 de diciembre de 2017

Recuperación del cráneo del plesiosaurio Callawayasaurus colombiensis

Recuperación del Patrimonio Geológico y Paleontológico de Colombia


Comunicado del SGC donde se informa que se han iniciado los trámites para solicitar la devolución del cráneo del Callawayasaurus colombiensis que se encuentra actualmente en el Museo Paleontológico de la Universidad de California (UCMP). 


 El Servicio Geológico Colombiano, en su compromiso con la gestión integral del patrimonio geológico y paleontológico, así como de su protección y preservación como parte esencial de nuestra historia, solicito formalmente esta semana a la Universidad de California en Berkeley (USA),  la devolución del cráneo del espécimen bogotano Callawayasaurus colombiensis, el cual se encuentra en poder del Museo Paleontológico (UCMP) de este claustro educativo desde el año de 1949.

Con la solicitud formal realizada esta semana para la devolución del cráneo, el Servicio Geológico Colombiano da cumplimiento a su política de protección y preservación del patrimonio geológico y paleontológico de la Nación, enmarcada en las funciones establecidas en el Decreto Ley 4131 de 2011 y en el Decreto 2703 de 2013, mediante los cuales se faculta al Servicio Geológico Colombiano para implementar las políticas de protección del patrimonio geológico y/o paleontológico; promover las acciones de competencia de la entidad en materia de protección del patrimonio geológico o paleontológico del país e identificar, evaluar y establecer zonas de protección del patrimonio geológico o paleontológico del país.

Lo anterior en armonía con el objetivo del Convenio de Cooperación para prevenir y contrarrestar el tráfico ilícito de bienes del patrimonio cultural colombiano, suscrito el pasado 16 de noviembre con varias entidades del estado, que entre otros aspectos busca facilitar la reclamación y repatriación de bienes culturales.

Historia del Callawayasaurus colombiensis

La historia del Callawayasaurus colombiensis, data desde los años 1938 y 1939, cuando geólogos estadounidenses de la Richmond Petroleum Company informaron a la Universidad de Berkeley los hallazgos de importantes localidades fosilíferas en Colombia. Estos informes despertaron el interés del paleontólogo Rueben Arthur Stirton de la UCMP, y junto con el paleontólogo Colombo-español José Royo y Gómez, organizaron la "Expedición de Vertebrados UCMP y SGN" (SGN precursor del actual SGC). Durante 1944 y 1945 se llevó a cabo un trabajo de prospección en colaboración, y se acordó que los especímenes tipo permanecerían en la UCMP, y que otros especímenes y moldes serían devueltos a Bogotá.

El 11 de enero de 1945, durante la Expedición, los geólogos de la Tropical Oil Company descubrieron el esqueleto de un plesiosaurio, que ahora es el holotipo de Callawayasaurus colombiensis. Este espécimen, que en conjunto constituía más de 30 cajas de fósiles, se envió como se acordó a Berkeley el 2 de mayo de 1945.


 El 19 de enero de 1949, el doctor Stirton encontró otro espécimen de un plesiosaurio en la misma localidad, y solicitó por primera vez el préstamo del cráneo del espécimen de Bogotá. Para 1952, el Director del SGN recibió una carta informándole que el paleontólogo Samuel P. Welles estaba planeando venir a Bogotá para estudiar el esqueleto del espécimen de Bogotá, y que devolvería el cráneo (y un yeso) tomado por el doctor Stirton en 1949.

Durante la visita, Welles trabajó en el espécimen de Bogotá, incluida el cráneo, sin embargo, el 15 de julio de 1952, solicitó permiso para volver a pedir prestado el cráneo, y viajó de regreso a Berkeley con él. A su llegada a los Estados Unidos el 7 de agosto de 1952, Welles escribe para agradecer la hospitalidad y explica que devolverá el cráneo del espécimen de Bogotá tan pronto como publique su estudio.

El 11 de junio de 1955, el Director del Servicio Geológico Colombiano indaga sobre la publicación y devolución del espécimen, del cual obtiene respuesta hasta el 26 de enero de 1956 cuando Welles explica que la descripción y el estudio tomarán dos años más y afirma: "en cualquier caso, le prometo devolverle el cráneo tan pronto como ya no sea esencial para mi estudio".

El estudio de Welles sobre los dos plesiosaurios colombianos se publicó en 1962 con el título "Una nueva especie de elasmosaurio del Aptiano de Colombia y una revisión de los plesiosaurios del Cretáceo", pero hasta la fecha el cráneo del espécimen de Bogotá no ha sido devuelto.


Referencias:

Fuente Servicio Geológico Colombiano 04.12.2017 (https://www2.sgc.gov.co/Noticias/Paginas/Recuperaci%C3%B3n-del-Patrimonio-Geol%C3%B3gico-y-Paleontol%C3%B3gico-de-Colombia.aspx)  [Última consulta 24.12.2017].


Todas las imágenes y fotografías aquí publicadas son propiedad del Servicio Geológico Colombiano.












jueves, 23 de noviembre de 2017

La nueva especie de tortuga icotea que migró hace 8,6 millones de años

Investigadores colombianos y alemanes describieron a la tortuga endémica que habita el bajo Atrato.

La nueva especie de tortuga icotea migró hace 8,6 millones de años. Foto: Carlos del Valle


nvestigadores del Instituto de Genética de la Universidad Nacional, el Museo de Historia Natural de Seckenberg en Alemania y la Universidad de Antioquia describieron una especie de tortuga icotea nueva para la ciencia y cuyo ancestro llegó a Suramérica hace 8,6 millones de años.

Se trata de la icotea del Atrato (Trachemys medemi), una especie visualmente atractiva –con manchas de color amarillo, naranja y rojo en todo su cuerpo- que ahora hace parte de las cuatro especies endémicas de tortugas para Colombia, junto a la del Magdalena, la Carranchina y la de Ciénaga de Dunn.

egún explica Mario Vargas-Ramírez, del Grupo de Biodiversidad y Conservación Genética de la UNAL y autor principal de esta investigación, Sudamérica fue invadida por tortugas icoteas en dos ocasiones: una primera oleada de inmigración ocurrió hace cerca de 9 millones de años atrás (que corresponde a las Trachemys dorbigni que habitan en Brasil y en el río de la Plata en Argentina y Uruguay) y una segunda oleada hace 2,5 millones de años (de las que hacen parte las subespecies de Trachemys venusta que viven en Colombia y Brasil).

Sin embargo, la icotea del Atrato sería el primer representante de la ola de inmigración más antigua en esta zona del continente, que habita en los departamentos de Antioquia y Chocó, en la cuenca del Atrato.
Para determinar que, en efecto, se habla de una nueva especie, los investigadores basaron sus estudios en doce muestras de sangre, análisis filogenéticos y siete muestras de capturas silvestres de individuos en tres lugares: la ciénaga de Marriaga (Unguía, Chocó), La Honda (Ríosucio, Chocó) y Turbo (Antioquia), más un ejemplar completo, conservado desde 1977, de la colección de reptiles del Instituto Alexander von Humboldt, cuando fue colectada en el Parque Nacional Natural Los Katíos.

“La huella evolutiva de los organismos están marcados en el ADN, así podemos hacer una correspondencia entre el tiempo que ha pasado entre dos especies y la cantidad de mutaciones que ha tenido. Con la técnica del “reloj molecular” se pueden saber muchas cosas, entre ellas, las olas de inmigración de estas tortugas, que son norteamericanas”, le dice a EL TIEMPO, Vargas.

Para inferir el rango de distribución potencial de la icotea del Atrato se identificaron regiones con clima y condiciones topográficas semejantes a aquellas áreas en las cuales existen registros verificados de la tortuga: el noroeste colombiano, la cuenca hidrográfica del río Atrato y alrededores del golfo de Urabá, con pequeñas áreas en zonas de los ríos Sinú y Juradó.

La investigación se publicó en el Journal of Zoological Systematics and Evolutionary Research. 
Foto: Claudia Ceballos


El interés de los investigadores por esta tortuga en particular nace de una publicación hecha por Federico Medem en 1956, en la que el científico alemán describió la fauna del Chocó biogeográfico. Así que gran parte de esa descripción morfológica que se hizo se basa en las observaciones del reconocido investigador.

Se sabe, por ejemplo, que el caparazón de una hembra mide aproximadamente 22,7 centímetros de largo y 17,7 de ancho; que los machos parecen ser generalmente más pequeños que las hembras, con una cola más larga y una concha más angosta; que las garras son largas en ambos sexos y que la cabeza del macho es estrecha con una nariz puntiaguda, mientras que la de la hembra es ancha con una nariz más corta.
Ahora, el siguiente paso es hacer un estudio de genética de poblaciones para determinar cómo será el potencial evolutivo de la tortuga y si se va a extinguir o no durante los próximos años.

“En Colombia hay 27 especies de tortugas continentales y 7 especies de tortugas marinas. La icotea del Atrato hace parte de la fauna endémica colombiana, por lo que queremos llamar la atención del Gobierno nacional dado que tenemos la responsabilidad de conservar esos linajes evolutivos tan antiguos, que además se encuentran en estado vulnerable como consecuencia de la transformación de sus hábitats”, remató Vargas.

La investigación, que fue publicada el pasado mes de octubre en el Journal of Zoological Systematics and Evolutionary Research, contó con la participación de Carlos del Valle (Universidad Nacional), Claudia P. Ceballos (Universidad de Antioquia) y Uwe Fritz (Museo de Zoología, Alemania).



Referencias:

La nueva especie de tortuga icotea que migró hace 8,6 millones de años. Fuente: Periódico El Tiempo 23.11.2017 (https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/la-nueva-especie-de-tortuga-icotea-que-migro-hace-8-6-millones-de-anos-154588) [Última consulta 02.02.2019].



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jueves, 13 de julio de 2017

Nuevo mastodonte hallado en Anolaima, Cundinamarca

Para información actualizada por favor visita https://titanoboaforest.com/colombia-tierra-de-mastodontes-anexo/


Siendo fieles a nuestra politica de reproducir en este Blog las noticias relacionadas con los hallazgos paleontológicos realizados en Colombia, reproducimos un par de articulos relacionados con el reciente hallazgo de los restos fósiles de un mastodonte en unas obras  que se estaban llevando a cabo en un colegio del municipio de Anolaima, Cundinamarca.

El mastodonte que encontraron por casualidad en un colegio de Anolaima


Al principio se pensó que eran restos de dinosaurio. Fueron hallados a tres metros de profundidad.

Una gran sorpresa se llevó el guarda de seguridad del Colegio Departamental Carlos Giraldo, ubicado en el municipio de Anolaima (Cundinamarca), tras encontrar los restos de un mastodonte adulto enterrados en la institución educativa.

Las costillas, mandíbulas y vértebras fueron halladas mientras se realizaban obras de excavación para poner en marcha la construcción de un restaurante escolar, que lideran la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía municipal.



Según el secretario ejecutivo del colegio, Alberto Rodríguez, los restos del animal pudieron haber sido hallados “hace varios días, pero los maestros de obra no dijeron nada por miedo a que se parara la construcción, pues la Alcaldía teme que se pierdan los recursos o se demoren los tiempos”.
Aunque se pensó en un principio que podrían ser los huesos de un dinosaurio, el Centro de Investigaciones Paleontológicas de Colombia confirmó, a través de un correo electrónico, que en realidad se trata de un mastodonte adulto, una especie que se ha encontrado en todo el territorio nacional, desde Norte de Santander hasta Nariño, con una antigüedad que oscila entre los 10.000 y 20.000 años.

Para corroborar el estado de conservación en el que se encuentran los restos y analizar con certeza su condición, una comisión de la Universidad Nacional viajará este viernes a la zona. La idea es encontrar los restos que faltan. 


Referencias:

El mastodonte que encontraron por casualidad en un colegio de Anolaima. Fuente periódico El Tiempo 11.07.2017 (http://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/restos-de-un-mastodonte-fueron-encontrados-en-anolaima-107898)  [Última consulta 13.07.2017]



Encuentran por azar restos de mastodonte en un poblado de Colombia



Una obra en Anolaima, Colombia, permitió descubrir los fósiles de un mastodonte, lo que sería un muy importante hallazgo para la 'capital frutera' de Colombia

 ¿Es una vaca? ¿Es un dinosaurio? No... ¡es un mastodonte!

Eso fue lo que encontraron los obreros de la construcción de un restaurante escolar en el municipio de Anolaima, departamento de Cundinamarca, en el centro de Colombia. Pero los encargados de la obra que empezó hace 20 días no dijeron nada para que no se detuvieran los trabajos, pagados por la gobernación del departamento y la alcaldía del municipio.

El que sí dijo algo fue Joaquín Rodríguez, guardia de seguridad en el lugar, quien vio los restos óseos y le avisó el lunes a Alberto Rodríguez, secretario general del colegio Carlos Girlado. Rodríguez, que en sus 59 años de vida nunca había visto nada así en Anolaima, pensó que se trataba de los restos de un dinosaurio, y de inmediato se puso en contacto con expertos para determinar la importancia del hallazgo casual.

A ver las fotos este martes, Mary Luz Parra, directora del Centro de Investigaciones Paleontológicas de Colombia, lo dijo de inmediato: probablemente es un mastodonte, hay poco espacio a la duda.

Por el desgaste y el tamaño de los morales sería un mastodonte adulto, le dijo Parra a CNN en Español. "Es un material importante y bien conservado de un espécimen de gran tamaño", señaló la experta.

Tras confirmar la importancia del hallazgo, el Centro de Investigaciones Paleontológicas de Colombia notificó a la Universidad Nacional de Colombia, que enviará una delegación de expertos el viernes para evaluar el descubrimiento, determinar la antigüedad y buscar más restos.

¿Qué sigue en el proceso? Los científicos deben realizar un estudio estratigráfico en el suelo para analizar las características de las rocas en el lugar.

Por cierto, la obra de construcción en efecto se detuvo.

Este importante hallazgo podría volver a Anolaima, conocida como la 'capital frutera' de Colombia, como la capital de los mastodontes.

Los mastodontes son parientes extintos de los elefantes con grandes colmillos, explica la Universidad de Michigan. Algunas especies vivieron en los mismos lugares y tiempos de humanos y eran objeto de caza. Aparecieron como familia hace unos 15 millones de años y se extinguieron hace alrededor de 10.000 años al final del periodo glacial, según la Paletontological Research Institution.

En Colombia se han reportado numerosos hallazgos de fósiles de mastodontes en distintas regiones del país, según la Universidad Nacional de Colombia. La mayoría de ellos son del género Haplomastodon, de presencia abundante durante el periodo Cuaternario, la era geológica iniciada hace unos 2,5 millones de años y que llega hasta el día de hoy. En mayo, por ejemplo, encontraron también en un colegio en el departamento del Huila los fósiles de un mastodonte de unos 16.000 años de antigüedad.

Uno de los mastodontes más famosos del mundo, Warren, del Museo de Historia Natural de Nueva York, murió hace 11.000 años. Fue descubierto en 1845 y es uno de los esqueletos de mastodonte más completos del mundo.






Referencias:

Encuentran por azar restos de mastodonte en un poblado de Colombia. Fuente CNN en Español 11.07.2017 (http://cnnespanol.cnn.com/2017/07/11/encuentran-por-azar-restos-de-mastodonte-en-un-poblado-de-colombia)  [Última consulta 13.07.2017].


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Plantas o tortugas fósiles?

Fósiles previamente identificados como vegetales de la especie "Sphenophyllum colombianum" procedentes de la Fm. Paja han sido han...