El mastodonte de Irra: la historia de los restos fósiles que encontraron en Risaralda
Además de los huesos del enorme animal, también se hallaron maderas
y semillas. Puede ser el principio de un importante hallazgo arqueológico que
tiene, al menos, 10.000 años de antigüedad.
El hallazgo de un mastodonte en una mina de Irra,
corregimiento de Quinchía, en Risaralda. - Foto: Cortesía CARDER
Hace un poco más de dos semanas, Fernando Alberto Tabarquino
Melchor y otros mineros artesanales se toparon con un material extraño en el
estrecho socavón donde estaban buscando pedazos de oro. Ellos, acostumbrados a
sacar piedras grandes y cafés de casi un metro de diámetro, se encontraron de
pronto con una veta de un material diferente: una especie de sedimento negro,
muy húmedo, donde había muchas piedras pequeñas.
Uno de los huesos de mastodonte en el socavón. - Foto:
Cortesía CARDER
Los mineros estaban inquietos. No se explicaban por qué a 20
metros hacia adentro de la montaña y a unos ocho metros por debajo de la
superficie estaba apareciendo un esqueleto. Algunos dijeron que era una vaca,
otros dijeron que podían ser restos humanos, pero cuando encontraron huesos tan
grandes que, definitivamente, no podían ser de ningún animal conocido, alguien
se animó a decir: “Esto debe ser prehistórico”.
Funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda y de la UTP en el sitio del hallazgo. - Foto: Cortesía CARDER |
La minería artesanal es parte de la supervivencia económica de la región: “No utilizan aparatos ni químicos, solo azadones y palustres”, dice Gómez. Sin embargo, cuando el dueño de la finca se enteró de la visita de la autoridad ambiental, quedó asustado. Es una persona de la zona que vivía de la ganadería y que había sido desplazado por el frente 47 de las Farc, acababa de volver y les había permitido a los mineros hacer el socavón con la condición de que solo hicieran minería artesanal, sin mayores herramientas más que unas palas y unos baldes. “Si cuando vaya yo no encuentro nada ilegal, me concentro en el tema paleontológico”, le dijo Gómez. Y lo único raro que encontraron, fueron los huesos.
"Todo esto es apenas la punta del iceberg. Lo primero es
definir la antigüedad, porque, así como puede ser de hace 10.000 años, también
puede ser de 50.000 o de 100.000."
López explica que estos animales no vivieron en la época de los
dinosaurios, como muchos creen, sino mucho después. Sin embargo, para él esto
hace que todo sea aún más emocionante: ir a ver el sitio donde habían sido
hallados estos restos era una oportunidad única: la extinción de estos animales
coincidió con el poblamiento de América, así que esos restos pueden ayudar a
entender cómo eran los paisajes y las condiciones de los primeros humanos que
llegaron al continente.
La comitiva partió de Pereira a las 5:30 de la mañana del martes.
Cuando llegaron a la finca en Irra tuvieron que andar un camino a pie y cruzar
a pie un precario puente de guadua, hasta que una persona los llevó a un
beneficiadero de café abandonado. Allí, sobre unas esteras, había unos 10
huesos gigantescos, además de varios fragmentos y huesos más pequeños.
El colmillo del Mastodonte en el socavón. - Foto: Cortesía
CARDER |
Para López, además, la manera como se conserva ese bloque en medio
de las piedras típicas de la zona, le permite lanzar teorías: posiblemente, por
las dinámicas propias de la zona cafetera, se puede pensar que estos animales
–que solían andar en manada y buscar espacios abiertos, al igual que los
elefantes actuales– podían estar en un pequeño valle de la zona, cuando una
avalancha o un deslave los sepultó. “Pudo ser algo similar a lo que se vivió en
Mocoa, la capital del Putumayo, en el 2017”, explica. “Todo esto es apenas la
punta del iceberg. Lo primero es definir la antigüedad, porque, así como puede
ser de hace 10.000 años, también puede ser de 50.000 o de 100.000”.
"Sería interesante un parque arqueológico o paleontológico en
un lugar tan golpeado por la violencia y con una vocación de oro. Es una
alternativa turística, de interés, pero toca aliarse con la academia y con
otros actores para lograrlo."
Los restos del mastodonte que fueron extraídos de la mina. - Foto:
Cortesía CARDER |
Lo que falta, sin embargo, es una odisea casi tan grande como las
piedras que tuvieron que mover los mineros para hallar al mastodonte de Irra.
La mina fue clausurada y los mineros entendieron la importancia que podía
llegar a tener: “La vida sigue, pero es algo muy bonito haber encontrado eso”,
dice Tabarquino. Sin embargo, los mineros también están preocupados porque les
toca buscar otra fuente de sustento.
"Estos proyectos están en el rango de los miles de millones
de pesos, pero son proyectos a largo plazo en los que se puede avanzar por
fases. De ahí la necesidad de asegurar recursos para proteger el sitio y otros
para poderlos investigar."
El mastodonte de Irra: la historia de los restos fósiles que
encontraron en Risaralda. Fuente: SEMANA. 24.09.2020 (https://www.semana.com/nacion/articulo/el-mastodonte-de-irra-la-historia-de-los-restos-fosiles-que-encontraron-en-risaralda/202018/) [Última
consulta 24.09.2020].
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