lunes, 31 de agosto de 2015

Padillasaurus leivaensis, un nuevo saurópodo braquiosáurido del Cretácico inferior de Colombia

Ya es oficial, Colombia tiene su primer dinosaurio descrito oficialmente, se trata del saurópodo braquiosáurido Padillasaurus leivaensis, bautizado así en honor al Dr. Carlos Bernardo Padilla, fundador del Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva fallecido tristemente en noviembre del año 2013 y a la población  Boyacense de Villa de Leyva, donde fueron recolectadas las muestras.
 

Reconstrucción del Padillasaurus leivaensis realizada por al artista argentino Gabriel Lio

Los investigadores encargados del estudio son los paleontólogos argentinos José Luis Carballido y Diego Pol del Museo Paleontológico Egidio Feruglio, (responsables también del hallazgo e investigación del dinosaurio más grande descubierto hasta el momento, un gigantesco titanosaurio cuyo descubrimiento salió a la luz pública en mayo de 2014 y cuyo hallazgo se realizó en la provincia argentina de Chubut), en el estudio del nuevo braquiosáurido colombiano también participan los científicos colombianos Santiago Padilla y Mary Luz Parra del CIP,  la Dra. María Paramo de la Universidad Nacional de Colombia y el Dr. Fernando Etayo del servicio Geológico Colombiano.
Dinosaurios en el norte de Suramérica
La gran mayoría de las especies de dinosaurios conocidos en Suramérica provienen de los depósitos del cono sur del continente, principalmente de la Patagonia argentina, mientras que el registro para la parte norte del continente -con la excepción de restos fragmentarios- ha sido escaso, aunque debemos anotar que hace poco se ha descrito al dinosaurio hallado en Venezuela en los 80’s como una nueva especie de ornitisquio pequeño que vivió en el Jurásico inferior hace 210 millones de años y que ha sido bautizado como Laquintasaura venezuelae.
En una entrada anterior, ya adelantabamos de tan importante descubrimiento y en lo que respecta a dinosaurios en Colombia, ya hemos hecho referencia con anterioridad en nuestro Blog a los hallazgos aislados que se han efectuado en diferentes partes de nuestro país, en las entradas Dinosaurios en Colombia I parte,saurópodos y terópodos y Dinosaurios en Colombia II parte, icnitas,pterosaurios y otros reptiles mesozoicos, y a los que ahora debemos sumar el hallazgo de nuestro nuevo saurópodo.

Padillasaurus leivaensis

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Superorden; Dinosauria
Orden: Saurisquia
Suborden: Sauropodomorpha
Infraorden: Sauropoda
                  Titanosauriformes
Familia: Brachiosauridae
Género: Padillasaurus
Especie: P. Leivaensis 

En el estudio publicado en la prestigiosa revista científica Journal of Vertebrate Paleontology, se describe una nueva especie de dinosaurio para el norte de América del Sur, Padillasaurus leivaensis, un saurópodo de tamaño medio que al parecer estaba emparentado con los braquiosáuridos de América del Norte y cuyos primeros miembros surgieron durante el Jurásico superior alcanzando una amplia expansión durante ese periodo, sin  embargo durante el Cretácico su distribución se vio restringida al Aptiano – Albiano (Cretácico inferior) de América del Norte. Esta falta de fósiles en otras masas de tierra ha sido interpretada por los investigadores como resultado de extinciones locales, al pobre registro fósil del cretácico inferior -tal y como opinan los autores de este estudio- o como un claro indicador de su declive como especie, de ahí la importancia del hallazgo de esta familia de Saurópodos en la parte norte de América del Sur, parece ser que P. leivaensis fue un superviviente de las latitudes más bajas de Gondwana durante el Cretácico inferior.


Reconstrucción de cómo era la tierra durante el Cretácico inferior, hace 120 millones de años, obsérvese en el globo de la izquierda el mar interior que cubría parte del actual territorio colombiano.


El nuevo saurópodo de Colombia se clasifica dentro del Clado Titanosauriformes, un diverso grupo de Saurópodos que habitaron tanto en Laurasia como en Gondwana y que incluyen los dinosaurios más grandes que jamás hayan pisado nuestro planeta y también algunos de los últimos que existieron.
Cabe anotar que aunque estos restos son los primeros que describen un dinosaurio saurópodo en Colombia no son los primeros fósiles descubiertos, ya que existe un registro previo de una vértebra aislada atribuida a un saurópodo hallada en 1943 en el departamento del Cesar y al hallazgo en el año 2005 en Villa de Leyva de dos cabezas de fémur identificadas como pertenecientes a un saurópodo de mediano tamaño, desafortunadamente en ambos casos lo escaso de los restos impidió una descripción más detallada del material. También existen registros de icnitas atribuidas a Saurópodos titanosáuridos (Fig. 1) en cercanías de la población de Chiquiza, a unos 15 kilómetros de Villa de Leyva.

Fig. 1. Rastro continuo de icnitas atribuidas a saurópodos titanosáuridos halladas en cercanías de Chíquiza, Boyacá. Modificada de Moreno Sánchez M., Gómez Cruz A., Gómez Tapias J. “Reporte de huellas de dinosaurios en el santuario de fauna y flora de Iguaque, en cercanías de Chíquiza (Boyacá)", pag. 112


Gracias a los análisis morfológicos y a un detallado estudio filogenético se clasifica a P. leivaensis dentro del Clado Brachiosauridae aunque sin definir exactamente su posición dentro de la familia. Los Brachiosauridae son uno de los dos principales clados en los que se dividen los titanosauriformes  y que agrupa principalmente a todos aquellos titanosauriformes más estrechamente relacionados con Brachiosaurus que con Saltasaurus.
Los braquiosáuridos eran animales de complexión robusta, cuello largo, miembros anteriores más largos que los posteriores lo que generaba una inclinación que iniciaba en la parte anterior de su espalda, a la altura de la cintura pectoral y terminaba en la cola, la cual era larga y delgada. Sus patas se asemejaban a la de los elefantes y sus vértebras eran huecas, lo que las hacía más ligeras. Tenían dientes de gran tamaño con forma de cincel que les permitía arrancar las hojas más altas de las copas de los árboles aunque probablemente no las masticaban, ya que al parecer al igual que otros Saurópodos disponían de una molleja que se encargaba de macerar los alimentos.

El holotipo de P. leivaensis consiste en una secuencia de vértebras que incluyen; el cuerpo dorsal posterior de una de ellas, la última vértebra pre-sacra, las dos anteriores y las dos posteriores vértebras sacras y las primeras ocho vértebras caudales, basandose en estos datos y comparando este hallazgo con otros similares, los investigadores han calculado que P. leivaensis pudo llegar a medir unos 16 metros de largo y alcanzar un peso de unas 10 toneladas .


Reconstrucción del esqueleto de un braquiosáurido, con la ubicación en negro de las vértebras descubiertas y que sirvieron para la identificación del nuevo taxón, Padillasaurus leivaensis.


Se desconoce el lugar exacto del hallazgo ya que en un primer momento el material fue recogido por campesinos que posteriormente donaron el material a la junta de acción comunal de la vereda Moniquirá, donde fueron hallados los fósiles. Lo que sí se sabe con certeza es la edad del fósil, gracias a que con los restos se fosilizaron también tres especies de ammonites que se extrajeron durante la preparación de la muestra.

Vértebras de Padillasaurus leivaensis (Fotografía propiedad del C.I.P.)


En base al estudio de estos ammonoideos se puede concluir que los restos fósiles de P. leivaensis proceden de los sedimentos marinos de la Formación Paja que data del Barremiano, Cretácico inferior, lo que significa que nuestro braquiosáurido tendría una antigüedad de unos 130 millones de años.
Algunas de las características morfológicas halladas en las vértebras caudales de P. leivaensis, son exclusivas de ciertos Saurópodos que incluyen la especie africana Giraffatitan, y las norteamericanas Venenosaurus, Cedarosaurus y Abydosaurus,  aunque para conocer más a fondo las afinidades de P. leivaensis se hace necesario el estudio de restos más completos.


                 El técnico del CIP Juan de Dios Parra trabajando en una vértebra de Padillasaurus leivaensis.                                  Fotografía propiedad del C.I.P.


El hallazgo de P. leivaensis aporta información sobre las prácticamente desconocidas faunas de dinosaurios en el noroeste de América del Sur y aumenta el conocimiento limitado de la diversidad y la historia biogeográfica de este grupo de Saurópodos tan ampliamente distribuido durante el Jurásico pero con una distribución restringida durante el Cretácico inferior. La conclusión a la que llegan los autores del artículo es que esta ausencia de braquiosáuridos se debe más a un pobre registro fósil que a extinciones locales, al menos en el norte de Gondwana.
Los restos de Padillasaurus leivaensis se hallan en el Museo El Fósil, de la vereda Moniquirá, lugar donde se encuentra expuesto el espectacular Pliosaurio Kronosaurus boyacensis, un gigantesco depredador marino que habitó los mares durante el Cretácico inferior.

Como nota final  cabe destacar que esta investigación fue posible gracias a los esfuerzos del Dr. Carlos Bernardo Padilla (Q.D.E.P) el cuál promovió el estudio de estos restos fósiles.
La investigación pudo llevarse a cabo gracias al acuerdo de cooperación existente entre el COCINET, Consejo Nacional de Investigaciones y Técnicas de Argentina y el CIP, Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva.


Referencias

José L. Carballido, Diego Pol, Mary L. Parra Ruge, Santiago Padilla Bernal, María E. Páramo-Fonseca and Fernando Etayo-Serna (2015). «A new Early Cretaceous brachiosaurid (Dinosauria, Neosauropoda) from northwestern Gondwana (Villa de Leiva, Colombia)». Journal of Vertebrate Paleontology.
Sitio web: http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/ [Última consulta 30.08.2015]
Mapa global del Cretácico inferior sacado de la Web http://plate-tectonic.narod.ru/ 


Infografia períodico "El Colombiano"

Infografia períodico "El Colombiano"

A continuación una interesante entrevista con el Dr. José Luis Carballido a la agencia de noticias científicas CTyS con relación al descubrimiento del nuevo saurópodo Padillasaurus leivaensis descubierto en Colombia:

De 130 millones de años de antigüedad

Descubren una nueva especie de dinosaurio saurópodo

Paleontólogos argentinos lideraron el estudio de la primera especie de dinosaurio identificada en Colombia. Este hallazgo demuestra que los braquiosáuridos lograron sobrevivir, al menos hasta el Cretácico medio, al norte del supercontinente Gondwana.
Emanuel Pujol (Agencia CTyS) - El investigador del Museo Egidio Feruglio (MEF) José Luis Carballido comentó a la Agencia CTyS que “es la primera especie de dinosaurio reconocida en Colombia y también en toda América ecuatorial y le hemos dado el nombre de Padillasaurus leivaensis”.
Este ejemplar pertenece al grupo de los braquiosauridos, unos dinosaurios herbívoros, cuadrúpedos y de cuello largo que surgieron durante el Jurásico y lograron distribuirse por todo el mundo hace 150 millones de años.
Sin embargo, este grupo comenzó a reducirse posteriormente y, a partir del período Cretácico, que comenzó hace 145 millones de años, solo se tenía registro de braquiosáuridos en Norteamérica, que en ese momento estaba separada por un océano de Colombia, donde se produjo el nuevo descubrimiento.
“La antigüedad de este ejemplar es de aproximadamente 130 millones de años, por lo que ahora se conoce que los braquiosauridos no se habían extinguido en Gondwana”, destacó Carballido, autor principal del paper que se publicó en la revista científica Journal of Vertebrate Paleontology.
Cuando surgieron los braquiosáuridos, el mundo estaba formado por un único supercontinente, llamado Pangea. Pero, hace 150 millones de años, la Tierra se había dividido en dos grandes continentes: uno, al Norte, llamado Eurasia, que comprendía América del Norte, Europa y gran parte de la actual Asia; otro, al Sur, llamado Gondwana, que estaba compuesta por América del Sur, África, Oceanía, India y la Antártida.
“Por el Padillasaurus leivaensis, sabemos que este grupo de animales terrestres vivieron en la parte norte de Gondwana, a bajas latitudes, porque tenemos buenos yacimientos en Argentina para esta época y, sin embargo, nunca hemos descubierto braquiosáuridos aquí, por lo que pensamos que alguna barrera geográfica o algún factor relacionado a la alimentación evitó que llegaran hasta aquí”, explicó el paleontólogo del MEF.
Descubrir la edad a lo Sherlock Holmes

El hallazgo de este ejemplar se produjo hace aproximadamente 15 o 20 años y los fósiles quedaron sin identificar en una vitrina de un centro comunal de Villa de Leyva, una localidad ubicada a poco más de 100 kilómetros de Bogotá. 
El doctor Carballido le contó a la Agencia CTyS que “costó mucho precisar de qué lugar se extrajeron estos materiales y qué antigüedad tenían, y si no resolvíamos estas dos cuestiones, estos fósiles pasaban a tener poco valor y era difícil que hubiéramos podido publicar el estudio”.
Pero, para suerte de los investigadores, había amonites en la roca alojada entre las vértebras del Padillasaurus. “Los amonites son unos cefalópodos marinos que tuvieron modificaciones evolutivas muy rápidas, por lo que cada especie es característica de un determinado momento”, puntualizó Carballido. Y agregó: “Entonces, al identificar las especies que estaban en esa roca, pudimos saber que el braquiosáurido vivió hace unos 130 millones de años”.
A partir de saber la antigüedad de los amonites, se verificó qué yacimientos en los alrededores de Villa de Leyva tenían 130 millones de antigüedad y así se pudo determinar el área en el que se tuvo que haber encontrado la única especie de braquiosáurido conocida hasta ahora en Gondwana.

El paleontólogo José Luis Carballido (MEF) es el autor principal del estudio.

Características del Padillasaurus leivaensis

Se encontraron unas ocho vértebras de la parte anterior de la cola de este ejemplar que pudo haber alcanzado los 18 metros de longitud. “Si bien no están muy completos los materiales, observamos particularidades que nos permitieron identificar una nueva especie”, indicó José Luis Carballido.
Mientras que los ejemplares de braquiosáuridos descubiertos en Norteamérica en el período Cretácico tienen las espinas neurales de las vértebras de la cola dirigidas levemente hacia adelante, el Padillasaurus leivaensis tiene dichas espinal dirigidas hacia atrás.
“Se trata de un nuevo linaje, pero sabemos muy poco de este nuevo grupo, porque no tenemos fósiles de sus miembros anteriores o posteriores, por ejemplo, pero imaginamos que, como cualquier braquiosáurido, tenia los miembros anteriores muy largos, lo que les daba una postura algo semejante al de una jirafa”, describió el paleontólogo.
El nombre de esta nueva especie es en homenaje al ex director del Centro de Investigaciones Paleontológicas (CIP) de Villa de Leyva, Bernardo Padilla, quien impulsó el estudio de los materiales que estaban guardados en el centro comunal de esa misma localidad y, en consecuencia, se puso en contacto con investigadores argentinos del Museo Egidio Feruglio.
Durante el Cretácico, la zona donde aparecieron los fósiles estaba cubierta por mar, por lo que principalmente allí se encuentran muchos fósiles marinos, como así también troncos, piñas, semillas, frutos. En ese marco, el Padillasaurus es una clara excepción, cuyo estudio fue encabezado por los paleontólogos argentinos José Luis Carballido y Diego Pol.
La lenta danza de los continentes

Parece curioso que, en algún momento, América del Norte estuvo unida a Europa y bien alejada de Sudamérica. “A nosotros, los humanos, nos parece que está todo estático, que Europa está a determinados kilómetros y que no se mueve, pero la verdad es que todos los años hay desplazamientos de centímetros”, afirmó Carballido.
América del Sur se separa de África actualmente y, mientras unos bloques de tierra se separan, otros se acercan. Por ejemplo, la Isla de Pascua se unirá a la costa chilena. Si bien es imperceptible a nuestros ojos, las diferencias son tremendas en el transcurso de millones de años.
Algunos océanos serán más grandes, otros terminarán por desaparecer. Incluso, es probable que en su danza, los continentes vuelvan a bailar pegados otra vez.
Hoy separados, los continentes estuvieron unidos en Pangea. Pero, antes de Pangea, ya habían estado separados y, cuando el Planeta era aun más joven, estaban unidos en otro supercontinente conocido con el nombre de Rodinia.
Al respecto, el doctor Carballido contó que “es muy probable que en algún momento todos los continentes se vuelvan a unir, porque la Tierra se va reciclando permanentemente y nosotros podemos percibir esos cambios a través de los volcanes y terremotos, que son consecuencias del movimiento de las placas”.

Referencias

Emanuel Pujol (Agencia CTyS) Descubren una nueva especie de dinosaurio saurópodo. Fuente Agencia CTyS. 02 de septiembre de 2015 (http://www.ctys.com.ar/index.php?idPage=20&idArticulo=3165) [Última consulta 02.09.2015]
 



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