Reconstrucción del Padillasaurus leivaensis
realizada por al artista argentino Gabriel Lio
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Los
investigadores encargados del estudio son los paleontólogos argentinos José
Luis Carballido y Diego Pol del Museo Paleontológico Egidio Feruglio, (responsables
también del hallazgo e investigación del dinosaurio más grande descubierto
hasta el momento, un gigantesco titanosaurio cuyo descubrimiento salió a la luz
pública en mayo de 2014 y cuyo hallazgo se realizó en la provincia argentina de
Chubut), en el estudio del nuevo braquiosáurido colombiano también participan los
científicos colombianos Santiago Padilla y Mary Luz
Parra del CIP, la Dra. María Paramo de
la Universidad Nacional de Colombia y el Dr. Fernando Etayo del servicio
Geológico Colombiano.
Dinosaurios
en el norte de Suramérica
La
gran mayoría de las especies de dinosaurios conocidos en Suramérica provienen
de los depósitos del cono sur del continente, principalmente de la Patagonia
argentina, mientras que el registro para la parte norte del continente -con la excepción de restos fragmentarios- ha sido
escaso, aunque debemos anotar que hace poco se ha descrito al dinosaurio
hallado en Venezuela en los 80’s como una nueva especie de ornitisquio pequeño
que vivió en el Jurásico inferior hace 210 millones de años y que ha sido
bautizado como Laquintasaura venezuelae.
En una entrada anterior, ya adelantabamos de tan importante descubrimiento y en lo que respecta a
dinosaurios en Colombia, ya hemos hecho referencia con anterioridad en nuestro
Blog a los hallazgos aislados que se han efectuado en diferentes partes de nuestro país,
en las entradas Dinosaurios
en Colombia I parte,saurópodos y terópodos y Dinosaurios
en Colombia II parte, icnitas,pterosaurios y otros reptiles mesozoicos,
y a los que ahora debemos sumar el hallazgo de nuestro nuevo saurópodo.
Padillasaurus leivaensis
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Sauropsida
Superorden;
Dinosauria
Orden:
Saurisquia
Suborden:
Sauropodomorpha
Infraorden:
Sauropoda
Titanosauriformes
Familia:
Brachiosauridae
Género:
Padillasaurus
Especie:
P. Leivaensis
En el estudio publicado en la prestigiosa revista científica Journal of Vertebrate Paleontology, se describe una nueva especie de dinosaurio para el norte de América del Sur, Padillasaurus
leivaensis, un saurópodo de tamaño medio que al parecer estaba emparentado
con los braquiosáuridos de América del Norte y cuyos primeros miembros surgieron
durante el Jurásico superior alcanzando una amplia expansión durante ese
periodo, sin embargo durante el
Cretácico su distribución se vio restringida al Aptiano – Albiano (Cretácico
inferior) de América del Norte. Esta falta de fósiles en otras masas de tierra
ha sido interpretada por los investigadores como resultado de extinciones
locales, al pobre registro fósil del cretácico inferior -tal y como opinan los
autores de este estudio- o como un claro indicador de su declive como especie,
de ahí la importancia del hallazgo de esta familia de Saurópodos en la parte
norte de América del Sur, parece ser que P.
leivaensis fue un superviviente de las latitudes más bajas de Gondwana
durante el Cretácico inferior.
Reconstrucción
de cómo era la tierra durante el Cretácico inferior, hace 120 millones de años,
obsérvese en el globo de la izquierda el mar interior que cubría parte del actual territorio colombiano.
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El nuevo
saurópodo de Colombia se clasifica dentro del Clado Titanosauriformes, un
diverso grupo de Saurópodos que habitaron tanto en Laurasia como en Gondwana y que
incluyen los dinosaurios más grandes que jamás hayan pisado nuestro planeta y también algunos de los últimos que existieron.
Cabe anotar
que aunque estos restos son los primeros que describen un dinosaurio saurópodo
en Colombia no son los primeros fósiles descubiertos, ya que existe un registro previo
de una vértebra aislada atribuida a un saurópodo hallada en 1943 en el departamento
del Cesar y al hallazgo en el año 2005 en Villa de Leyva de dos cabezas de fémur
identificadas como pertenecientes a un saurópodo de mediano tamaño,
desafortunadamente en ambos casos lo escaso de los restos impidió una
descripción más detallada del material. También existen registros de icnitas
atribuidas a Saurópodos titanosáuridos (Fig. 1) en cercanías de la población de
Chiquiza, a unos 15 kilómetros de Villa de Leyva.
Gracias a los análisis morfológicos y a un detallado estudio filogenético se clasifica
a P. leivaensis dentro del Clado
Brachiosauridae aunque sin definir exactamente su posición dentro de la familia. Los Brachiosauridae son uno de los dos principales clados en los que se dividen los
titanosauriformes y que agrupa
principalmente a todos aquellos titanosauriformes más estrechamente
relacionados con Brachiosaurus que
con Saltasaurus.
Los braquiosáuridos
eran animales de complexión robusta, cuello largo, miembros anteriores más
largos que los posteriores lo que generaba una inclinación que iniciaba en la
parte anterior de su espalda, a la altura de la cintura pectoral y terminaba en
la cola, la cual era larga y delgada. Sus patas se asemejaban a la de los
elefantes y sus vértebras eran huecas, lo que las hacía más ligeras. Tenían dientes
de gran tamaño con forma de cincel que les permitía arrancar las hojas más
altas de las copas de los árboles aunque probablemente no las masticaban, ya
que al parecer al igual que otros Saurópodos disponían de una molleja que se
encargaba de macerar los alimentos.
El holotipo
de P. leivaensis consiste en una
secuencia de vértebras que incluyen; el cuerpo dorsal posterior de una de ellas,
la última vértebra pre-sacra, las dos anteriores y las dos posteriores vértebras
sacras y las primeras ocho vértebras caudales, basandose en estos datos y comparando este hallazgo con otros similares, los investigadores han calculado que P. leivaensis pudo llegar a medir unos 16 metros de largo y alcanzar un peso de unas 10 toneladas .
Reconstrucción
del esqueleto de un braquiosáurido, con la ubicación en negro de las vértebras descubiertas
y que sirvieron para la identificación del nuevo taxón, Padillasaurus leivaensis.
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Se desconoce
el lugar exacto del hallazgo ya que en un primer momento el material fue recogido
por campesinos que posteriormente donaron el material a la junta de acción comunal
de la vereda Moniquirá, donde fueron hallados los fósiles. Lo que sí se sabe con
certeza es la edad del fósil, gracias a que con los restos se fosilizaron también
tres especies de ammonites que se extrajeron durante la preparación de la
muestra.
Vértebras de Padillasaurus leivaensis (Fotografía propiedad del C.I.P.) |
En base al estudio de
estos ammonoideos se puede concluir que los restos fósiles de P. leivaensis proceden de los
sedimentos marinos de la Formación Paja que data del Barremiano, Cretácico inferior, lo que significa que nuestro
braquiosáurido tendría una antigüedad de unos 130 millones de años.
Algunas de las
características morfológicas halladas en las vértebras caudales de P. leivaensis, son exclusivas de ciertos
Saurópodos que incluyen la especie africana Giraffatitan,
y las norteamericanas Venenosaurus, Cedarosaurus y Abydosaurus, aunque para
conocer más a fondo las afinidades de P.
leivaensis se hace necesario el estudio de restos más completos.
El técnico del CIP Juan de Dios Parra trabajando en una vértebra de Padillasaurus leivaensis. Fotografía propiedad del C.I.P. |
El hallazgo de P. leivaensis aporta
información sobre las prácticamente desconocidas faunas de dinosaurios en el
noroeste de América del Sur y aumenta el conocimiento limitado de la diversidad
y la historia biogeográfica de este grupo de Saurópodos tan ampliamente
distribuido durante el Jurásico pero con una distribución restringida durante
el Cretácico inferior. La conclusión a la que llegan los autores del artículo
es que esta ausencia de braquiosáuridos se debe más a un pobre registro fósil
que a extinciones locales, al menos en el norte de Gondwana.
Los restos de
Padillasaurus leivaensis se hallan en
el Museo El Fósil, de la vereda Moniquirá, lugar donde se encuentra expuesto el
espectacular Pliosaurio Kronosaurus
boyacensis, un gigantesco depredador marino que habitó los mares durante el
Cretácico inferior.
Como nota final cabe destacar que esta
investigación fue posible gracias a los esfuerzos del Dr. Carlos Bernardo Padilla
(Q.D.E.P) el cuál promovió el estudio de estos restos fósiles.
La investigación pudo llevarse a cabo gracias al acuerdo de cooperación
existente entre el COCINET, Consejo Nacional de Investigaciones y Técnicas de
Argentina y el CIP, Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de
Leyva.
Referencias
José
L. Carballido, Diego Pol, Mary L. Parra Ruge, Santiago Padilla Bernal, María E.
Páramo-Fonseca and Fernando Etayo-Serna (2015). «A new Early Cretaceous
brachiosaurid (Dinosauria, Neosauropoda) from northwestern Gondwana (Villa de
Leiva, Colombia)». Journal of Vertebrate Paleontology.
Mapa
global del Cretácico inferior sacado de la Web http://plate-tectonic.narod.ru/
El hallazgo de este ejemplar se produjo hace aproximadamente 15 o 20 años y los fósiles quedaron sin identificar en una vitrina de un centro comunal de Villa de Leyva, una localidad ubicada a poco más de 100 kilómetros de Bogotá.
Se encontraron unas ocho vértebras de la parte anterior de la cola de este ejemplar que pudo haber alcanzado los 18 metros de longitud. “Si bien no están muy completos los materiales, observamos particularidades que nos permitieron identificar una nueva especie”, indicó José Luis Carballido.
Parece curioso que, en algún momento, América del Norte estuvo unida a Europa y bien alejada de Sudamérica. “A nosotros, los humanos, nos parece que está todo estático, que Europa está a determinados kilómetros y que no se mueve, pero la verdad es que todos los años hay desplazamientos de centímetros”, afirmó Carballido.
A continuación
una interesante entrevista con el Dr. José Luis Carballido a la agencia de
noticias científicas CTyS con relación al descubrimiento del nuevo saurópodo Padillasaurus leivaensis descubierto en
Colombia:
De
130 millones de años de antigüedad
Descubren una nueva especie de
dinosaurio saurópodo
Paleontólogos
argentinos lideraron el estudio de la primera especie de dinosaurio
identificada en Colombia. Este hallazgo demuestra que los braquiosáuridos
lograron sobrevivir, al menos hasta el Cretácico medio, al norte del
supercontinente Gondwana.
Emanuel
Pujol (Agencia CTyS) - El investigador del Museo Egidio Feruglio (MEF) José
Luis Carballido comentó a la Agencia CTyS que “es la primera especie de
dinosaurio reconocida en Colombia y también en toda América ecuatorial y le
hemos dado el nombre de Padillasaurus
leivaensis”.
Este
ejemplar pertenece al grupo de los braquiosauridos, unos dinosaurios
herbívoros, cuadrúpedos y de cuello largo que surgieron durante el Jurásico y
lograron distribuirse por todo el mundo hace 150 millones de años.
Sin
embargo, este grupo comenzó a reducirse posteriormente y, a partir del período
Cretácico, que comenzó hace 145 millones de años, solo se tenía registro de
braquiosáuridos en Norteamérica, que en ese momento estaba separada por un
océano de Colombia, donde se produjo el nuevo descubrimiento.
“La
antigüedad de este ejemplar es de aproximadamente 130 millones de años, por lo
que ahora se conoce que los braquiosauridos no se habían extinguido en
Gondwana”, destacó Carballido, autor principal del paper que se publicó en la
revista científica Journal of Vertebrate Paleontology.
Cuando
surgieron los braquiosáuridos, el mundo estaba formado por un único
supercontinente, llamado Pangea. Pero, hace 150 millones de años, la Tierra se
había dividido en dos grandes continentes: uno, al Norte, llamado Eurasia, que
comprendía América del Norte, Europa y gran parte de la actual Asia; otro, al
Sur, llamado Gondwana, que estaba compuesta por América del Sur, África,
Oceanía, India y la Antártida.
“Por
el Padillasaurus leivaensis, sabemos que este grupo de animales terrestres
vivieron en la parte norte de Gondwana, a bajas latitudes, porque tenemos
buenos yacimientos en Argentina para esta época y, sin embargo, nunca hemos
descubierto braquiosáuridos aquí, por lo que pensamos que alguna barrera
geográfica o algún factor relacionado a la alimentación evitó que llegaran
hasta aquí”, explicó el paleontólogo del MEF.
Descubrir
la edad a lo Sherlock Holmes
El hallazgo de este ejemplar se produjo hace aproximadamente 15 o 20 años y los fósiles quedaron sin identificar en una vitrina de un centro comunal de Villa de Leyva, una localidad ubicada a poco más de 100 kilómetros de Bogotá.
El
doctor Carballido le contó a la Agencia CTyS que “costó mucho precisar de qué
lugar se extrajeron estos materiales y qué antigüedad tenían, y si no
resolvíamos estas dos cuestiones, estos fósiles pasaban a tener poco valor y
era difícil que hubiéramos podido publicar el estudio”.
Pero,
para suerte de los investigadores, había amonites en la roca alojada entre las
vértebras del Padillasaurus. “Los amonites son unos cefalópodos marinos que
tuvieron modificaciones evolutivas muy rápidas, por lo que cada especie es
característica de un determinado momento”, puntualizó Carballido. Y agregó:
“Entonces, al identificar las especies que estaban en esa roca, pudimos saber
que el braquiosáurido vivió hace unos 130 millones de años”.
A
partir de saber la antigüedad de los amonites, se verificó qué yacimientos en
los alrededores de Villa de Leyva tenían 130 millones de antigüedad y así se
pudo determinar el área en el que se tuvo que haber encontrado la única especie
de braquiosáurido conocida hasta ahora en Gondwana.
El paleontólogo José Luis
Carballido (MEF) es el autor principal del estudio.
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Características del Padillasaurus leivaensis
Se encontraron unas ocho vértebras de la parte anterior de la cola de este ejemplar que pudo haber alcanzado los 18 metros de longitud. “Si bien no están muy completos los materiales, observamos particularidades que nos permitieron identificar una nueva especie”, indicó José Luis Carballido.
Mientras
que los ejemplares de braquiosáuridos descubiertos en Norteamérica en el
período Cretácico tienen las espinas neurales de las vértebras de la cola
dirigidas levemente hacia adelante, el Padillasaurus leivaensis tiene dichas
espinal dirigidas hacia atrás.
“Se
trata de un nuevo linaje, pero sabemos muy poco de este nuevo grupo, porque no
tenemos fósiles de sus miembros anteriores o posteriores, por ejemplo, pero
imaginamos que, como cualquier braquiosáurido, tenia los miembros anteriores
muy largos, lo que les daba una postura algo semejante al de una jirafa”,
describió el paleontólogo.
El
nombre de esta nueva especie es en homenaje al ex director del Centro de
Investigaciones Paleontológicas (CIP) de Villa de Leyva, Bernardo Padilla,
quien impulsó el estudio de los materiales que estaban guardados en el centro
comunal de esa misma localidad y, en consecuencia, se puso en contacto con
investigadores argentinos del Museo Egidio Feruglio.
Durante
el Cretácico, la zona donde aparecieron los fósiles estaba cubierta por mar,
por lo que principalmente allí se encuentran muchos fósiles marinos, como así
también troncos, piñas, semillas, frutos. En ese marco, el Padillasaurus es una
clara excepción, cuyo estudio fue encabezado por los paleontólogos argentinos
José Luis Carballido y Diego Pol.
La lenta danza de los
continentes
Parece curioso que, en algún momento, América del Norte estuvo unida a Europa y bien alejada de Sudamérica. “A nosotros, los humanos, nos parece que está todo estático, que Europa está a determinados kilómetros y que no se mueve, pero la verdad es que todos los años hay desplazamientos de centímetros”, afirmó Carballido.
América
del Sur se separa de África actualmente y, mientras unos bloques de tierra se
separan, otros se acercan. Por ejemplo, la Isla de Pascua se unirá a la costa
chilena. Si bien es imperceptible a nuestros ojos, las diferencias son
tremendas en el transcurso de millones de años.
Algunos
océanos serán más grandes, otros terminarán por desaparecer. Incluso, es
probable que en su danza, los continentes vuelvan a bailar pegados otra vez.
Hoy
separados, los continentes estuvieron unidos en Pangea. Pero, antes de Pangea,
ya habían estado separados y, cuando el Planeta era aun más joven, estaban
unidos en otro supercontinente conocido con el nombre de Rodinia.
Al
respecto, el doctor Carballido contó que “es muy probable que en algún momento
todos los continentes se vuelvan a unir, porque la Tierra se va reciclando
permanentemente y nosotros podemos percibir esos cambios a través de los
volcanes y terremotos, que son consecuencias del movimiento de las placas”.
Referencias
Emanuel Pujol (Agencia CTyS)
Descubren una nueva especie de dinosaurio
saurópodo. Fuente Agencia CTyS. 02 de septiembre de 2015 (http://www.ctys.com.ar/index.php?idPage=20&idArticulo=3165)
[Última
consulta 02.09.2015]
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