Faltan
pocos días para despedir este año 2015, un año que pasará a la historia de la
Paleontología colombiana como uno de los más importantes gracias a la
descripción de nuevas especies fósiles, un trabajo que con orgullo ha sido realizado principalmente
por investigadores colombianos en colaboración con científicos extranjeros y
que ha involucrado a instituciones públicas y privadas tanto nacionales como
extranjeras. Pero de entre todas estas instituciones hay que destacar la labor
que lleva a cabo desde hace 3 años el Centro de Investigaciones Paleontológicas
de Villa de Leyva, que cuenta con una serie de profesionales que se encargan de
perpetuar el legado del Dr. Carlos Padilla, convirtiendo al C.I.P. en uno de los
laboratorios más avanzados de Latinoamérica en cuanto a preparación de fósiles
se refiere.
En primer plano una tortuga Leyvachelys cipadi captura un cangrejo con su pico,mientras dos tortugas de la misma especie están en un pequeño estanque situado a la orilla de un pequeño rio, un ammonite queda varado en la playa, mientras dos braquiosauridos de la especie Padillasaurus leivaensis caminan por la costa del mar interior de lo que actualmente es Villa de Leyva hace 120 millones de años. Reconstrucción realizada por el artista argentino Jorge Blanco. |
Y que mejor que terminar este año comentando las principales
características de la última especie
descrita en nuestro país, esta vez se trata de otra tortuga, también
proveniente de La Formación Paja aunque diferente de su contemporánea Desmatochelys padillai, considerada
la tortuga marina más antigua descrita hasta la fecha.
Leyvachelys
cipadi, una
tortuga sandownidae de hábitos durófagos del Cretácico inferior de Colombia
Testudines
Pan-Cryptodira
Sandownidae
Leyvachelys cipadi
Leyvachelys cipadi expuesta en el Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva |
Las tortugas
Pan-Cryptodiras presentan una alta diversidad y una distribución global que
abarca una gran variedad de adaptaciones ambientales (ambientes costeros,
litorales, terrestres y de agua dulce). Dentro de las Pan-Cryptodiras, las Sandownidae
constituyen un grupo especial de tortugas que habitaban los ambientes costeros marinos
y poco profundos a lo largo de la costa del Océano Atlántico y que incluye los
siguientes taxones: Sandownia harrisi
del Cretácico Inferior (entre 125 y 122 millones de años) de la isla de Wight,
Inglaterra, Angolachelys mbaxi del
Cretácico Superior de Angola, hace entre 94 y 90 millones de años y Brachyopsemys tingitana del Paleoceno
Inferior (entre 65 y 62 millones de años) de Marruecos, y una serie de cráneos provenientes
de La Formación Glenn Rose, Texas, Estados Unidos, conocidos como “Las tortugas
de Glen Rose”.
La
posición filogenética y las afinidades más estrechas de las Sandownidae dentro
de las Pan-Cryptodiras siguen siendo muy controvertidas, no obstante
interpretaciones anatómicas y paleoecológicas de los Sandownidae sugieren que practicaban
un tipo de depredación conocida como durofagia, la cual
consiste en alimentarse de organismos que presentan un esqueleto duro
mineralizado, ya sea concha o exoesqueleto. En el estudio, se plantea la
posibilidad que aunque las tortugas Sandownidae habitaran ambientes poco profundos,
estaban adaptadas para ambientes marinos abiertos como otros linajes de
tortugas.
Las
tortugas Sandownidae eran una familia de tortugas conocidas del Cretácico inferior
al Paleoceno que por varias décadas solo se han conocido gracias a restos craneales
y a muchos elementos post craneales fragmentarios. En este estudio llevado a
cabo por el paleontólogo colombiano Edwin A. Cadena, se describe la tortuga Sandownidae
más antigua y más completa descrita hasta el momento, y el primer registro para
América del Sur. Fue descubierta en el año 2009 y sus restos incluyen el cráneo
articulado, la mandíbula inferior y restos postcraneales, caparazón casi
completo que conserva diez vértebras dorsales, tres vértebras cervicales,
húmero derecho y coracoides, ambos fémures, tibia y cintura pélvica y dos vértebras
caudales hallados cerca de Villa de Leyva en rocas de la Formación Paja, cuya antigüedad
se remonta al Cretácico inferior (Barremiano superior – Aptiano inferior) hace
120 millones de años.
La
nueva especie es bautizada como Leyvachelys
cipadi en honor a Villa de Leyva, lugar donde fue hallada y al C.I.P.,
donde fue preparada y donde se encuentra actualmente exhibida.
Leyvachelys cipadi expuesta en el Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva |
L. cipadi se diferencia de todas las demás Sandownidae por
el premaxilar (Hocico) bien definido, el cual usaría para alimentarse de moluscos,
artrópodos y cangrejos.
Cabe
destacar que los cráneos de Sandownidae provenientes de La Formación Glenn
Rose, Texas, Estados Unidos, no presentan diferencias morfológicas con L. cipadi, por lo que se asignan también
como pertenecientes a la nueva especie descrita en Colombia, ya que a pesar de
haber sido estudiados con anterioridad, no habían recibido un nombre científico
de manera oficial.
Las características
morfológicas más relevantes de L. cipadi
indican que sus hábitos eran similares a
los de las tortugas de agua dulce y que no estaba diseñada para llevar una vida
adaptada a vivir totalmente en mar abierto como su contemporánea Desmatochelys padillai, aunque sí
podrían compartir el mismo territorio de caza, aprovechando la abundancia de
los mares poco profundos o litorales costeros. Gracias al registro fósil
sabemos que la zona donde fueron halladas ambas especies, era rica en moluscos,
principalmente ammonites algunos de los cuales se han encontrado asociados al
caparazón de L. cipadi.
Las tortugas Desmatochelys padillai (izquierda)
y Leyvachelys cipadi (derecha)
expuestas en el Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva.
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Las pruebas
sugieren la existencia de zonas litorales costeras casi continuas entre el
norte de América del Sur y el golfo de México que podrían haber servido como
corredores para la dispersión y/o migración de vertebrados marinos o de hábitos
costeros como L. cipadi lo que explica su presencia en La Formación
Glen Rose, Texas (U.S.A.) y La Formación Paja, Villa de Leyva (Colombia). Si a
estos datos le sumamos además los demás taxones hallados para las Sandownidae,
y que incluyen puntos como la isla de Wight en Inglaterra, Angola y Marruecos, podemos
suponer que esta radiación se debió a la apertura del océano Atlántico que ya había
empezado a formarse tras la separación de América y África hace aproximadamente
150 millones de años tras la fragmentación del supercontinente Pangea.
Referencias:
Cadena,
E. 2015. The first South
American sandownid turtle from the lower Cretaceous of Colombia.
Fotografías
Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva.
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