Investigadores colombianos y alemanes describieron a la
tortuga endémica que habita el bajo Atrato.
nvestigadores del Instituto de Genética de la Universidad
Nacional, el Museo de Historia Natural de Seckenberg en Alemania y la
Universidad de Antioquia describieron una especie de tortuga icotea nueva para
la ciencia y cuyo ancestro llegó a Suramérica hace 8,6 millones de años.
Se trata de la icotea del Atrato (Trachemys medemi), una
especie visualmente atractiva –con manchas de color amarillo, naranja y rojo en
todo su cuerpo- que ahora hace parte de las cuatro especies endémicas de
tortugas para Colombia, junto a la del Magdalena, la Carranchina y la de
Ciénaga de Dunn.
egún explica Mario Vargas-Ramírez, del Grupo de
Biodiversidad y Conservación Genética de la UNAL y autor principal de esta
investigación, Sudamérica fue invadida por tortugas icoteas en dos ocasiones:
una primera oleada de inmigración ocurrió hace cerca de 9 millones de años
atrás (que corresponde a las Trachemys dorbigni que habitan en Brasil y en el
río de la Plata en Argentina y Uruguay) y una segunda oleada hace 2,5 millones
de años (de las que hacen parte las subespecies de Trachemys venusta que viven
en Colombia y Brasil).
Sin embargo, la icotea del Atrato sería el primer
representante de la ola de inmigración más antigua en esta zona del continente,
que habita en los departamentos de Antioquia y Chocó, en la cuenca del Atrato.
Para determinar que, en efecto, se habla de una nueva
especie, los investigadores basaron sus estudios en doce muestras de sangre, análisis
filogenéticos y siete muestras de capturas silvestres de individuos en tres
lugares: la ciénaga de Marriaga (Unguía, Chocó), La Honda (Ríosucio, Chocó) y
Turbo (Antioquia), más un ejemplar completo, conservado desde 1977, de la
colección de reptiles del Instituto Alexander von Humboldt, cuando fue
colectada en el Parque Nacional Natural Los Katíos.
“La huella evolutiva de los organismos están marcados en
el ADN, así podemos hacer una correspondencia entre el tiempo que ha pasado
entre dos especies y la cantidad de mutaciones que ha tenido. Con la técnica
del “reloj molecular” se pueden saber muchas cosas, entre ellas, las olas de
inmigración de estas tortugas, que son norteamericanas”, le dice a EL TIEMPO,
Vargas.
Para inferir el rango de distribución potencial de la
icotea del Atrato se identificaron regiones con clima y condiciones
topográficas semejantes a aquellas áreas en las cuales existen registros
verificados de la tortuga: el noroeste colombiano, la cuenca hidrográfica del
río Atrato y alrededores del golfo de Urabá, con pequeñas áreas en zonas de los
ríos Sinú y Juradó.
La investigación se publicó en el Journal of Zoological Systematics and Evolutionary Research.
Foto: Claudia Ceballos
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El interés de los investigadores por esta tortuga en
particular nace de una publicación hecha por Federico Medem en 1956, en la que
el científico alemán describió la fauna del Chocó biogeográfico. Así que gran
parte de esa descripción morfológica que se hizo se basa en las observaciones
del reconocido investigador.
Se sabe, por ejemplo, que el caparazón de una hembra mide
aproximadamente 22,7 centímetros de largo y 17,7 de ancho; que los machos
parecen ser generalmente más pequeños que las hembras, con una cola más larga y
una concha más angosta; que las garras son largas en ambos sexos y que la
cabeza del macho es estrecha con una nariz puntiaguda, mientras que la de la
hembra es ancha con una nariz más corta.
Ahora, el siguiente paso es hacer un estudio de genética
de poblaciones para determinar cómo será el potencial evolutivo de la tortuga y
si se va a extinguir o no durante los próximos años.
“En Colombia hay 27 especies de tortugas continentales y
7 especies de tortugas marinas. La icotea del Atrato hace parte de la fauna
endémica colombiana, por lo que queremos llamar la atención del Gobierno
nacional dado que tenemos la responsabilidad de conservar esos linajes
evolutivos tan antiguos, que además se encuentran en estado vulnerable como
consecuencia de la transformación de sus hábitats”, remató Vargas.
La investigación, que fue publicada el pasado mes de
octubre en el Journal of Zoological Systematics and Evolutionary Research, contó
con la participación de Carlos del Valle (Universidad Nacional), Claudia P.
Ceballos (Universidad de Antioquia) y Uwe Fritz (Museo de Zoología, Alemania).
Referencias:
La
nueva especie de tortuga icotea que migró hace 8,6 millones de años. Fuente: Periódico El Tiempo 23.11.2017 (https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/la-nueva-especie-de-tortuga-icotea-que-migro-hace-8-6-millones-de-anos-154588)
[Última consulta 02.02.2019].
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