SGC inicia nueva etapa de investigación en hallazgo
paleontológico de Anolaima
En ese momento, Jerónimo tenía nueve años y su obsesión
eran los enormes reptiles que veía en libros y en las películas de Jurassic
Park. No podía creer que bajo ese lugar, donde trabajaba su mamá como
coordinadora y donde él tantas veces había jugado, hubiera restos de esos gigantes
que lo fascinaban.
Hallazgo paleontológico en la Institución Educativa
Departamental Carlos Giraldo en Anolaima, Cundinamarca.
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El Servicio Geológico Colombiano (SGC) anunció que usará
el sistema GPR (ground penetration radar) en los hallazgos paleontológicos que
explora en Anolaima, Cundinamarca, y que han permitido desde 2017 encontrar una
gran cantidad de restos fosilizados de mastodonte en excelente estado de
preservación.
La importante expedición paleontológica se ha
desarrollado en cuatro etapas y está a cargo del Museo Geológico Nacional José
Royo y Gómez del SGC, dirigido por Marcela Gómez, Geologa- PhD en paleontología
de la Universidad de Cambridge.
“El análisis de la zona y la extracción de las piezas se
realizan de manera organizada y en diferentes etapas. Esta semana identificamos
huesos hermosamente preservados de cadera, vértebras, extremidades, costillas y
otros fragmentos óseos”, explicó Gómez, quien agregó que los hallazgos se
relacionan con los extraídos anteriormente como mandíbula, dientes, costillas,
vértebras, así como miembros anteriores y posteriores.
Los mastodontes fueron gigantescos mamíferos recubiertos
de pelo grueso, parecidos a los actuales elefantes, pero dotados de grandes
colmillos que probablemente usaban para jalar las plantas de las que se
alimentaban.
Ante la magnitud de los hallazgos en Anolaima, el SGC
decidió iniciar una nueva etapa con el uso del sistema GPR (ground penetration
radar), que permitirá hacer una especie de escaneo de la zona.
"A través de esta herramienta será posible observar
la posible ubicación de los restos y darnos una idea más exacta de la magnitud
del yacimiento", explicó la Directora del Museo.
Trabajos de excavación en la Institución Educativa
Departamental Carlos Giraldo en Anolaima, Cundinamarca.
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Como parte del proceso, el SGC realiza jornadas
pedagógicas en las que explica a los estudiantes y demás miembros de la
comunidad de Anolaima qué es el patrimonio geológico y paleontológico de
nuestro país y como conservarlo.
Referencias:
El
SGC reanuda en Anolaima, Cundinamarca la excavación que en 2017 sacó a la luz
numerosos restos de mastodonte. Fuente: Servicio Geológico
Colombiano 23.09.2019 (https://www2.sgc.gov.co/Noticias/Paginas/SGC-Anolaima.aspx)
[Última consulta 23.09.2019].
El mastodonte que paralizó un pueblo en Cundinamarca
Tras dos años del hallazgo del fósil en un colegio de
Anolaima, científicos regresaron.
“¡Mamá, eso es un
dinosaurio!”, exclamó Jerónimo Turriago, en julio de 2017, cuando vio en el
celular las fotos de unas enormes muelas y una quijada que habían sacado del
suelo del colegio Departamental Carlos Giraldo de Anolaima (Cundinamarca). No
se parecían al de ningún animal de esta era.
Así trabajó la delegación durante diez días en su más
reciente visita. Esperan formular un nuevo plan de trabajo. Foto: Servicio
Geológico Colombiano y Colegio Departamental Carlos Giraldo
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Fue hasta allí y vio con sus propios ojos las piezas que
habían sacado los paleontólogos, que habían venido desde Bogotá para verificar
el hallazgo que se dio en medio de la construcción del comedor escolar.
Entonces, por voz de ellos, supo que no era ningún dinosaurio, sino un
mastodonte que había caminado por la zona hace más de 10.000 o 20.000 años.
Luego vio cómo los científicos se marcharon con los
huesos. Y los vio regresar cinco veces más a evaluar el caso. La última
comisión, de hecho, se marchó hace un par de semanas con cinco huesos
completos, dos incompletos y más de 30 fragmentos, según el reporte del Museo
Geológico Nacional José Royo y Gómez, del Servicio Geológico Colombiano.
La sorpresa es que ya no son solo los huesos de un
mastodonte.
En ese mismo agujero, ubicado a la entrada del colegio,
encontraron los restos de un perezoso gigante y de un venado, que forman parte
de la fauna del Pleistoceno, una época geológica que comenzó hace más de 2
millones de años y que acabó en el 10.000 a.C., cuando el planeta estaba bajo
la inclemencia del frío y los mastodontes caminaban sobre la tierra.
Imágenes de la más reciente comisión en Anolaima. Foto:
Colegio Departamental Carlos Giraldo
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Hoy, Jerónimo tiene 11 años y sueña con ser paleontólogo.
Saber que había un mastodonte en Anolaima lo cambió para siempre. Ahora,
estudia más sobre el animal con libros y videos que encuentra en internet y
espera el regreso de los expertos.
Y lo mismo aguardan el colegio y el municipio. Llevan dos
años sin salir de la sorpresa.
Jerónimo es habitante de Anolaima y un apasionado de los
dinosaurios, y ahora de los mastodontes. Quiere ser paleontólogo. Foto: Ana
Puentes
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“En un lugar donde no pasaba mayor cosa, encontrar un
mastodonte es un auténtico acontecimiento”, dice riendo Arturo Rico, periodista
de la emisora comunitaria Ecos del Rosario. Él fue uno de los testigos del
hecho y de cómo la gente no lo olvida. Relata que en abril de este año, durante
el Corpus Christi y las fiestas de Anolaima, un campesino hizo un enorme
mastodonte de naranjas y otras frutas.
El municipio es considerado la capital frutera de
Colombia, pero también quiere pasar a la historia por cuenta del mastodonte que
apareció bajo el patio del colegio.
Un hallazgo inesperado
EL TIEMPO regresó a Anolaima esta semana y reconstruyó el
caso de la mano de directivos y profesores que relataron, al borde del enorme
hueco que hay a la entrada del colegio, esta particular historia.
“El vigilante pasaba junto a la obra del comedor y notó
que los obreros habían escondido unos enormes huesos. Me avisó y corrí a mirar.
En efecto eran unas muelas enormes. Entonces llamamos a las autoridades
competentes”, relata Alberto Rodríguez, secretario ejecutivo del colegio.
“En Colombia la gente no avisa de este tipo de cosas,
porque saben que pueden parar obras. Pero nosotros dejamos de hacer el
restaurante y permitimos armar ese hueco con ese barrial porque le dimos la
importancia científica”, afirma Jaime Vega, rector del departamental.
En efecto, el asunto en parte le dolió al bolsillo del
municipio y la Gobernación. Por el hallazgo y las obras detenidas, se perdieron
cerca de 16 millones de pesos. Afortunadamente, el equipamiento terminó por
hacerse en otro punto del colegio.
Un campesino de Anolaima hizo este mastodonte de fruta
para la tradicional celebración del Día del Campesino. Foto: Foto cedida por
Ecos del Rosario
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Pero la plata fue lo de menos por esos días. “Pusimos los
fósiles en la mesa de la oficina del rector. Y hubo una fila enorme de gente
que vino a verlos”, agrega el secretario. Medio municipio tenía que ver con el
colegio: en Anolaima hay solo dos escuelas y esta es la más antigua. En
noviembre cumple 70 años y hasta el alcalde, Pompilio Torres, es exalumno de
allí. Por eso respaldó el paro de la obra: sabía que eso marcaba la historia
del departamental.
“La
‘Era de Hielo’ sucedió en Anolaima. Allí están enterrados Manny y Sid”
Hoy, los profesores también están entusiasmados. Ángela
Cañón, docente de química, relata, con emoción, que en esta última comisión les
dieron una charla de ciencia, para que entendieran qué sucedía. “Uno se inspira
para entrar en ese mundo. Y trata de conectar el tema con el aula. De hecho, en
la fiesta de los 70 años haremos una carroza gigante con forma de mastodonte.
Cubriremos un armazón que ya tenemos con el pelo de una mata de plátano, para
que se parezca. Será nuestra carroza institucional y la pasearemos por el
municipio, junto a los niños, que se disfrazarán de paleontólogos y
cavernícolas”, afirma la profesora.
El asunto ha sido hasta motivo de bromas. “La ‘Era de
Hielo’ sucedió en Anolaima. Allí están enterrados Manny y Sid”, apunta otro
profesor, entre risas. Se refiere a la famosa película animada de 20th Century
Fox, que tiene por protagonistas a un mamut y aun perezoso.
Lo que se sabe
“Del mastodonte se han recuperado partes de la cadera,
fragmentos de costillas, dos vértebras y otros fragmentos asociados. Del
perezoso gigante hay huesos de extremidades superiores. Volveremos, con otra
metodología de trabajo”, detalla Marcela Gómez, coordinadora del Museo
Geológico Nacional.
Algunas de las piezas halladas. Foto: Servicio Geológico
Colombiano
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Después de la exitosa comisión que exploró más a fondo el
caso, se determinó que el lugar era de potencial interés científico. Por eso,
usarán en su próxima visita el sistema GPR (Ground Penetration Radar), que les
permitirá hacer una especie de escaneo de la zona y tener una idea más exacta
de lo que allí se encuentra.
Claro, no es el primer mastodonte hallado en Colombia.
Otro de los famosos es el de Pubenza (Tocaima, Cundinamarca), hallado en los
años 70.
¿Y ahora?
Al colegio y al municipio le quedan bastantes preguntas.
No saben si algún día volverán a ver los huesos. El rector, por su parte, les
solicitó que sean expuestos en Anolaima. La coordinadora del Museo le respondió
a este diario que se evalúa el tema: “Esperamos llegar a los acuerdos
necesarios para que los restos encontrados sean exhibidos, siempre y cuando se
le ofrezcan a las piezas las condiciones adecuadas para su exhibición, como lo
dispone el Decreto 1353 de 2018”, afirma.
Jerónimo, el pequeño que quiere ser paleontólogo, también
espera bastante: "me imagino un museo aquí en el colegio, con algunas
piezas. Y que haya carteleras y gente que explique qué fue lo que pasó
aquí".
Por ahora, al colegio le quedó un hueco enorme en la
entrada. Las lluvias de los últimos días han enlodado el terreno y han
comenzado a formar un pequeño pozo.
Las directivas temen que tengan que volver a echar tierra
sobre el hallazgo, si la comisión tarda mucho en regresar. Ya tuvieron que
hacerlo una vez. Y, luego, correr con una retroexcavadora prestada por el
municipio para escarbar nuevamente entre la tierra, cuando la comisión regresó
el 12 de septiembre.
Anolaima guarda ilusiones sobre huesos: el municipio
espera ser un destino científico y turístico, los profesores celebran tener
material para sus clases y un pequeño de once años sueña con ser uno de los
mejores paleontólogos de Colombia para contarle al mundo que en el patio de un
colegio de su pueblo hubo un gran mastodonte.
Referencias:
Ana Puentes. El
mastodonte que paralizó un pueblo en Cundinamarca. Fuente: Periódico El
Tiempo 28.09.2019 (https://www.eltiempo.com/bogota/historia-del-mastodonte-encontrado-en-anolaima-cundinamarca-417384)
[Última consulta 28.09.2019].
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