Carlos
Jaramillo, el poder de la curiosidad
Con fósiles rescatados durante la excavación del Canal de
Panamá, en el desierto de la Tatacoa, el norte de Colombia, entre otros
lugares, este científico está revolucionando la paleontología del continente.
En enero de este año el investigador Carlos Jaramillo
Muñoz, del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales, les puso una
cita a los mejores paleontólogos de Colombia y algunos internacionales en la
mitad del desierto de la Tatacoa. Unos 50 de ellos respondieron al llamado del
jefe de la tribu, aunque eso implicaba robarles días a sus vacaciones oficiales
y cambiar la comodidad de las casas y la compañía de las familias por
madrugadas, trasnochadas, picaduras de mosquitos, camas incómodas y un calor
infernal.
A pesar de que las exploraciones científicas en busca de
fósiles se remontan a 1926, una gran parte de esta cuenca el departamento de
Huila sigue inexplorada. Carlos calcula que de los más de 30.000 fósiles que
podrían llegar a descubrirse, el conteo va apenas por los 1.000. Ahora que él
ha lanzado la provocación y coordina expediciones a esta zona, tal vez la tarea
pospuesta se complete y de ahí emerja un conocimiento más profundo de la
biodiversidad que existió en este rincón del continente hace más de 10 millones
de años.
Hay muchas razones para nombrar al geólogo Carlos
Jaramillo como uno de los personajes del año de El Espectador. Como
investigador del Instituto Smithsonian publicó 18 investigaciones este año en
revistas de primer nivel, un alto ritmo de producción científica que mantiene
desde hace varios años.
En esas publicaciones está plasmada una parte de los
hallazgos de las excavaciones que comandó durante la ampliación del Canal de
Panamá y están permitiendo entender el flujo de especies y la conformación de
ecosistemas del continente americano hace millones de años. (Lea una entrevista
con Carlos Jaramillo: “Cuando el planeta se calienta la biodiversidad en el
trópico aumenta”).
En septiembre, Carlos ganó el Premio Alejandro Ángel
Escobar en la categoría de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales por liderar un
grupo de 20 investigadores e ilustradores que elaboraron el libro Hace tiempo.
Un viaje paleontológico ilustrado por Colombia. Se trata de un trabajo que,
como resaltó el jurado, resume la historia de la vida en nuestro territorio y que
es innovador en su formato infográfico y en la forma de presentar la
información a través de ilustraciones y textos sintéticos y explicativos”.
Pero las razones para nombrar a Carlos como uno de los
personajes del año las conocen mejor que nadie sus colegas y discípulos.
“Diría que entender la complejidad es tal vez lo que más
lo caracteriza y lo particular de él”, dice Natalia Hoyos, directora del
Departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Uninorte.
Jaime Escobar, investigador de la Uninorte, dice que para
Carlos “no existen preguntas o proyectos imposibles. Es además un enamorado de
la educación y de la entrega del conocimiento aprendido a nuevas generaciones”.
Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad EAN, lo
califica como un “científico riguroso hasta los tuétanos e infinitamente
generoso con su conocimiento, pese a su escepticismo por el futuro de la
humanidad”.
Edwin Cadena, de la U. del Rosario, tampoco ahorra
elogios: “Maestro, fuente de inspiración y científico excepcional que transformó
la forma de entender el origen y la evolución de la vida en el norte de
Suramérica”.
Fabiany Herrera, del Jardín Botánico de Chicago, cree que
Carlos “revolucionó la paleontología en Colombia y su legado enriquecerá muchas
generaciones de geólogos y biólogos en el país y en toda Latinoamérica”.
En cada puerta que uno toca preguntando por Carlos solo
encuentra admiración y agradecimiento. Luz Helena Oviedo, quien lo acompaña en
las tareas de divulgación científica desde el Instituto Smithsonian de Investigaciones
Tropicales, dice que “Carlos te hace estallar la cabeza. Inspira con sus
preguntas, los retos que propone, el ejemplo, su pasión por la ciencia, sus
recomendaciones de libros y películas, y el interés en cada uno de los que
trabajamos y aprendemos con él. Es el mejor conversador”.
Mónica Carvalho, del Instituto Smithsonian de
Investigaciones Tropicales lo describe como un "científico brillante que
inspira futuras generaciones de colombianos a apreciar la historia geológica y
paleontológica del país".
Manuel Páez, de la U. de Houston, lo describió como “un
maestro en el sentido más noble y estricto de la palabra”, y para Camila
Martínez, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, “es un
modelo a seguir porque a través de la motivación y el apoyo que les ha dado a
cientos de estudiantes ha logrado promover todo un campo científico de alto nivel
en un lugar como Colombia”.
En el desierto de la Tatacoa también hay palabras de
admiración para Carlos. Andrés Vanegas, del municipio La Victoria y quien con
la ayuda de Carlos creó el Museo de Historia Natural La Tatacoa, dice que fue
él quien “hizo realidad nuestro sueño de hacer ciencia desde nuestra casa.
Carlos nos ha enseñado que la ciencia está a nuestro alcance”.
Referencias:
Pablo Correa. Carlos
Jaramillo, el poder de la curiosidad. Fuente: Periódico El Espectador 07.12.2019
(https://www.elespectador.com/noticias/ciencia/carlos-jaramillo-el-poder-de-la-curiosidad-articulo-894740?fbclid=IwAR1MdDJEf1vudvXZw-rdgodoWxpUm6Mnj6enNCl-ousXLDyd6V52zOSh24Q)
[Última consulta 08.12.2019].
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