miércoles, 21 de noviembre de 2018

Colombia quedaba en el Polo Sur y la habitaban enormes animales


Los humanos viven tan pocos años que son dados a pensar que el paisaje y las especies siempre han estado ahí y son, al menos en el primer caso, inmodificables.

Maastrichtiano, hace más de 56 millones de años, las araucarias dominaban el bosque colombiano. 
FOTO HUMBOLDT-SMITHSONIAN


Pero qué tal afirmar que lo que es Colombia estuvo al comienzo de los tiempos en la región del Polo Sur y que en distintas épocas este territorio estuvo poblado por animales gigantes, de serpientes a tortugas y cocodrilos, hasta el impresionante megalodonte (parecido a un tiburón gigante).
La Guajira tuvo la primera selva tropical y el mar atravesaba alguna vez el corazón del territorio. No en vano los fósiles marinos en Villa de Leyva.

En Hace Tiempo, publicación de descarga gratuita del Instituto Humboldt, científicos reconstruyeron la historia colombiana desde hace miles de millones de años. Sí, porque por ejemplo las rocas de Chiribiquete son las más antiguas del país, de hace unos 2.000 millones de años.

Carlos Jaramillo, paleontólogo colombiano en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales con sede en Panamá, quien ha participado en el descubrimiento de algunos de esos grandes animales que existieron, como la serpiente más grande que ha habitado la Tierra, la Titanoboa, fue uno de los autores y en uno de los textos recuerda que “todas las especies, incluida la nuestra, se originan y extinguen a lo largo del tiempo geológico, es decir, a lo largo de miles y millones de años”.
Hoy se han identificado, afirma, unos nueve millones de especies, solo 1 % de las que han existido en la trayectoria terrestre.

En diálogo con EL COLOMBIANO va contando esa historia y recuerda que Colombia “estuvo en el Polo Sur por mucho tiempo y se fue moviendo. La mayor parte estaba bajo el océano en aguas muy profundas y en los últimos 60, 70 millones de años se comenzó a conformar la topografía que tenemos hoy en día y finalmente hace apenas 10 millones de años los Andes alcanzaron la elevación que tienen hoy, la transformación completa del paisaje”.

Nada es eterno

En cada momento de la historia hay tantas cosas que están pasando, dice, que el curso de la evolución está yendo en múltiples direcciones.
“Si volviera a empezar el planeta, la probabilidad de que apareciera un humano 4.500 millones después sería cero”, explica y resalta algunos hechos fundamentales.

Un accidente, la caída del asteroide en Yucatán, México, hace 66 millones de años, que condujo a la extinción de los dinosaurios, modificó el clima del planeta.
“Eso transformó el trópico para siempre. Es un accidente histórico. Tenía apenas 10 kilómetros de diámetro, nada, como la parte central de Medellín. Creó nubes de polvo por décadas y décadas, fue un colapso completo del ecosistema. Luego, comenzaron a surgir las plantas, las angiospermas, las primeras con flores, que usan los nutrientes más rápido que una conífera”.
Entonces al crecer, el bosque empezó a ser dominado por esas plantas con flores, que llegaron al dosel y hasta ahí existieron las coníferas porque no les llegaba la luz del Sol y las gimnospermas quedaron fuera del juego.
“Con un bosque dominado por angiospermas cambió el clima porque las hojas de estas son grandes, la planta hace más transpiración y eso genera que el ciclo hídrico sea más intenso”.
Otro acontecimiento importante fue el choque de Panamá con Suramérica, que facilitó el tráfico de fauna y flora entre las regiones, de lo cual ha quedado registro fósil.

Un breve recorrido

Pero ese no es el orden de la historia. Tras Chiribiquete, en del Devónico, hace unos 400 millones de años, son muchas las rocas que se encuentran en Floresta, Boyacá.
La vida transcurría en los océanos. Si alguien hubiese pisado suelo no habría hallado plantas, no existían. Todo era pelado, roca expuesta.
“Mucho después, en el Cretácico (100 a 66 millones de años), la era de los dinosaurios, que es donde sale el petróleo de Colombia, están los mosasaurios, ictiosaurios y otros animales marinos gigantescos que se encuentran en Villa de Leyva”.

Tras la extinción de los dinosaurios, en el Paleoceno (hace 66 a 56 millones de años) nace el bosque tropical que está hoy en día. “El Cerrejón, donde hemos estudiado por mucho tiempo este bosque, el primer tropical que tuvo el mundo, hay muchas hojas y la titanoboa, cocodrilos y tortugas gigantescas”.

Más reciente, en el Mioceno (13,5 a 11,8 millones de años atrás), “saltamos a La Venta en La Tatacoa, que es un desierto, pero el registro fósil es fantástico y mostraba que era un bosque amazónico hasta no hace mucho, solo cuando la cordillera se levantó esa región se separó del Amazonas y se volvió tan seca”.
Allí había perezosos gigantes de 4 o 5 metros, animales que parecían hipopótamos, otros como jirafas, unos que parecían elefantes, chigüiros gigantes, cocodrilos de muchos tamaños y formas: ocho tipos de cocodrilo viviendo en el mismo sitio.

Hace unos cuatro, tres millones de años, La Guajira era un bosque con ríos, animales gigantes, tortugas de hasta seis metros, una zona superproductiva.
En el capítulo final de la vida de Colombia, últimos 2,5 millones de años “el clima cambió radicalmente, es el que hemos tenido hasta ahora, glaciaciones e interglaciaciones y así hemos pasado casi 23 veces, de enfriamiento a calentamiento”.

El mar estrecho

Son muchos los datos recogidos de esas distintas épocas de la evolución del territorio, entre ellos, tomados del libro:
Del Devónico las formaciones Floresta y Cuche, Boyacá, revelan una época poblada por diversos invertebrados como trilobites, crustáceos, braquiópodos y crinoideos en extensos arrecifes de corales.
En el Cretácico temprano el mar de Colombia de hace 125–100 millones de años tenía diversidad de grandes reptiles marinos, peces, tortugas, crustáceos y moluscos muy diferentes a los de hoy. En tierra había dinosaurios, insectos, plantas y bosques distintos a los actuales.

Varias de las rocas y montañas en Santander, Cundinamarca, Boyacá, Tolima y Putumayo, entre otros, vienen de sedimentos depositados en un mar estrecho y somero que atravesaba el país durante gran parte del Cretácico.

Del Cretácico tardío 100 a 66 millones de años se sabe que el altiplano cundiboyacense tenía un panorama muy distinto. En lugar de un territorio elevado y moderadamente frío, dominaban pantanos, con gran diversidad de plantas, al nivel del mar.

En el Paleoceno la baja topografía y las condiciones geológicas permitieron que extensas regiones de Colombia fueran ocupadas por ríos y pantanos.

Y ya en el Mioceno medio tardío La Tatacoa, en el Huila, fue hogar de una de las faunas más diversas que haya existido en Suramérica. En lugar de un paisaje árido se extendía un bosque lleno de vida.
En el Plioceno la formación del istmo de Panamá modificó el clima del planeta, los Andes se levantaban y la Guajira tenía más vida.

LA MICROHISTORIA

LA INFORMACIÓN QUE TRAE EL POLEN

Paleopalinólogos como Carlos Jaramillo estudian el polen, que contiene mucha información del pasado. “Una ventaja es que es tan pequeño y se produce en abundancia, está hecho de una sustancia casi indestructible. Cuando sale de la planta, cae al suelo y se preserva en todo tipo de rocas. Al ser tan abundante, usted puede tomar una roca, la disuelve, le quita los compuestos inorgánicos y lo que le queda es materia orgánica y dentro de ella el polen. Con él podemos saber cómo era el bosque que vivía alrededor, saber la edad de la roca y eso es muy útil por ejemplo hasta en la exploración de pozos de petróleo”.


Referencias:

Ramiro Velásquez Gómez. Colombia quedaba en el Polo Sur y la habitaban enormes animales. Fuente periódico El Colombiano 28.09.2018 (https://www.elcolombiano.com/tecnologia/ciencia/reconstruyen-la-historia-geologica-de-colombia-KM9394963) [Última consulta 21.11.2018].


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