El hallazgo de restos de fósiles de especies hoy desaparecidas
ha entregado pistas de cómo era la Alta Guajira hace entre 17 y 3 millones de
años.
Cierre los ojos por un momento e imagine que La Guajira es una tierra verde, con vegetación espesa y ríos caudalosos. ¿Parece una imagen posible? Aunque ahora sea extraño pensarlo, el ecosistema que hoy tenemos en la península del Caribe colombiano no ha sido siempre el mismo. Gracias al trabajo de un grupo interdisciplinario de científicos de la Universidad del Norte, el Smithsonian Tropical Research Institute y la Universidad de Zúrich, de Suiza, la Universidad de Rochester y el museo de Historia Natural de Los Ángeles en Estados Unidos, hoy sabemos que desde hace diecisiete a tres millones de años atrás ese territorio fue una selva húmeda tropical con pantanos, grandes ríos y, por supuesto, una precipitación mucho mayor de la que se presenta en la actualidad.
Son varias las evidencias que apoyan esta afirmación. La
más espectacular de todas, que ya ha atraído la atención de la comunidad
científica nacional e internacional, son los restos de fauna fósil rescatados
durante expediciones a la Alta Guajira entre 2011 y 2014. Entre los restos se
encuentran cocodrilos, tortugas, tiburones y otras especies de mamíferos
extintos e, incluso, aún sin clasificar.
“Muchas de las especies de fósiles representan a grupos
completa- mente extintos, como algunos de mamíferos con pezuñas que evolucionaron exclusivamente en América del Sur: astrapoterios, toxodontes o
proteroterios. Algunos fósiles representan familiares extintos de animales que
viven hoy (perezosos o los armadillos) y en otros casos representan las formas
ancestrales de varias especies vivientes, como algunos tiburones,”, explicó
Jorge Moreno, estudiante del doctorado en Ciencias del Mar de Uninorte, quien
participó al inicio del proyecto como pasante en el Instituto Smithsonian de
Investigaciones Tropicales y actualmente estudia los hallazgos de fósiles de
cocodrilos procedentes de La Guajira.
La presencia de fósiles de animales de agua dulce junto con fósiles de animales marinos indica que grandes ríos desembocaban en las costas de lo que hoy es el desierto de La Guajira |
Se presume que esos grandes animales, en ese ecosistema
rico en lluvias y con una vegetación exuberante en las zonas geomorfológicas
altas que existen ahí, como el cerro Macuira y otros más. Esto ha sido
comprobado a través de una serie de estudios geológicos llamados análisis de
procedencia, que han demostrado que los restos provinieron de zonas no muy
alejadas a la misma cuenca donde se depositaron.
Otra evidencia del pasado verde de La Guajira está en los
resultados de análisis geoquímicos realizados en bivalvos y gasterópodos
—conchas como las que normalmente se encuentran en la playa—, que permiten
inferir la temperatura del pasado y concluir que estas zonas representaban
áreas transicionales muy cerca de zonas costeras tenía entrada alta de agua
dulce al mar. Aunque estos no son hallazgos de interés científico prioritario, los esfuerzos de este equipo multidisciplinario se concentran en
responder preguntas más específicas, como ¿cuál fue la causa del cambio en el
clima?, ¿qué originó el proceso de aridificación que resultó en La Guajira que
hoy conocemos?, y ¿cuándo sucedió todo?
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Aunque suponemos que la aridificación de la Alta Guajira ocurrió en los últimos tres millones de años; quedan varias preguntas aun por resolver: ¿cuándo, en este periodo de tiempo, sucedió la gran sequía?, ¿acaso está relacionada con el levantamiento completo del istmo de Panamá hace casi tres millones de años?
Un solo planeta
El carácter acumulativo de los hallazgos cien- tíficos
permite pensar que algunos fenómenos geológicos y climatológicos importantes,
que pasaron en esa misma escala temporal comparable, podrían tener relación
con lo que se ha descubierto en La Guajira. Por ejemplo, existe evidencia de
que hace 2,7 millones de años el hemisferio norte entró en un periodo de
glaciación. Este cambio en la distribución de hielo polar afectó las
corrientes oceánicas, tanto superficiales como profundas, con lo cual alteró
el transporte de calor entre zonas tropicales y otras áreas con latitudes más
altas.
Carcharocles sp. Diente parcial de tiburón gigante encontrado en rocas de la Formación Uitpa, Mioceno temprano (23.0-20.4 Ma) |
Para los ojos no científicos, leer con tanta precisión
sobre lo acontecido hace millones de años suena increíble. Sin embargo, la
paleoclimatología ha dado a conocer que el clima y los ecosistemas han estado
en constante cambio desde la formación del planeta. Para aquellos interesados
en reconstruir la historia de la vida en la Tierra, la clave está en pensar en
escalas temporales muy diferentes a las que apreciamos hoy en día, pues los
procesos que se dan hoy, muy probablemente, operaron a diferentes velocidades
durante el pasado.
Un representante de la subfamilia extinta (Familia Megatheriinae) encontrado en rocas de la Formación Ware, Plioceno tardío, (3.6-2.5 Ma) |
Para la Universidad del Norte, a través del Museo Mapuka
y del departamento de Física y Geociencias, el estudio y custodia de los
hallazgos fósiles de la Alta Guajira son una gran responsabilidad social y
científica. Se trata de la primera universidad en el Caribe colombiano con
una colección geológica y paleontológica de esta magnitud, por lo cual un
equipo de expertos trabaja en organizar, preparar y analizar las muestras de
manera que se puedan identificar los cambios drásticos que ha sufrido el clima
del planeta, sus consecuencias a escala global y las implicaciones de estos
cambios en la configuración de hábitat más cercanos, como los que apreciamos en
la Alta Guajira.
Mandíbula parcial izquierda de perezoso terrestre (Subfamilia Megatheriinae) encontrado en rocas de la Formación Ware, Plioceno tardío (3.6-2.5 Ma) |
Lo más importante, sin embargo, es que este estudio no es
solo parte del quehacer de los científicos y expertos. También abre la
posibilidad de que la comunidad, la gente del Caribe, conozca cómo era su
región en el pasado y entienda que tal vez no siempre sea como la conocemos en la
actualidad.
Los astrapoterios tenían trompa y sus caninos estaban agrandados de manera similar a los de un gran jabalí. Este animal vivió hace unos 15 millones de años. |
“Estos hallazgos nos permiten conocer cuáles fueron los
cambios que ocurrieron en el norte de América del Sur y el Caribe durante los
últimos millones de años. La mayoría del conocimiento que existe proviene de
las rocas y fósiles del sur del continente, y aun hace falta entender más la
historia de la región tropical del continente”, puntualizó Moreno.
Referencias:
Luis Manuel Gil. Desenterrando
el pasado del Caribe. Fuente Revista Intellecta 02 UniNorte 01.03.2018 (https://www.uninorte.edu.co/web/intellecta/desenterrando-el-pasado-del-caribe?fbclid=IwAR3HhpvCsyA_m4pLFO2u8i_NVhxvmg1vDwcXl1IHopM84_UIZJjPAay3T_Q)
[Última consulta 12.08.2018].
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