Variedad de
gusanos marinos. Autor Matthias Jacob Schleiden,
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Para
comprender mejor a este complejo grupo de animales invertebrados, vamos a ver
cuáles son las principales características de los anélidos:
Los
anélidos comprenden gusanos de cuerpo alargado y segmentado en anillos que
presentan un celoma “verdadero”, es decir presentan una cavidad llena de fluido
en el cual se encuentran el intestino y otros órganos, hemos de anotar que esta
cavidad significó un importante paso evolutivo que permitió gracias a su
funcionalidad, la diversificación de los grandes grupos animales, ya que
permitió que los órganos y otros sistemas del cuerpo tuvieran un mejor reparto
de funciones con su consiguiente especialización.
El cuerpo de los anélidos está dividido en tres
partes diferenciadas denominadas: prostomio (donde se encuentran ubicados los
ganglios cerebrales y los órganos
sensoriales que incluyen los ojos, antenas o tentáculos,) y el peristomio
(donde se encuentra la boca y todos los órganos relacionados con la captura del
alimento) que forman la primera región. Después encontramos el metastomio o
zona media y finalmente el pigidio donde
se encuentra el ano y que en algunas especies sedentarias, este se puede ver
modificado para establecer estructuras de fijación.
Una
de las particularidades de la mayoría de los anélidos es la presencia de quetas
o cerdas que junto a lo segmentado de su cuerpo le permiten moverse o incluso
anclarse al sustrato.
Los
anélidos incluyen más de 16.700 especies que habitan en la mayoría de ambientes
húmedos, sobre todo ambientes marinos aunque también hay especies terrestres.
Pueden tener longitudes muy dispares que pueden ir desde un milímetro hasta los
seis metros de largo, que alcanza la lombriz de tierra africana Microchaetus rapp.
La
sistemática clasificación de los anélidos es muy compleja y no parece haber
consenso entre los diferentes investigadores;
se reconocen las clases Oligochaeta, Hirudinea, Polychaeta y los
anélidos parásitos de la clase Myzostoma.
De los oligoquetos se reconocen unas 3.000
especies entre las que encontramos las ya citadas lombrices de tierra y muchas otras
formas de agua dulce y marina aunque se conocen pocos ejemplares fósiles,
siendo el más antiguo – aunque dudoso- del Ordovícico. La Clase Hirudinea cuenta con unas 500
especies de sanguijuelas vivas y solo 2 géneros probables del Jurásico alemán,
más otras formas dudosas del Silúrico europeo. Los poliquetos constituyen el
grupo más numeroso ya que sus especies actuales superan las 10.000 especies y
sus fósiles son conocidos desde el Cámbrico -y quizás desde el proterozoico- , y
serán precisamente los poliquetos a los que estudiemos más a fondo, ya que es a
esta clase a la que pertenecen los fósiles hallados en Colombia.
Clase Polychaeta
Los
poliquetos (Polychaeta= muchas cerdas) tal y como lo comentábamos antes, es el
mayor y también el más primitivo grupo de anélidos. Son animales acuáticos y
casi exclusivamente de hábitos marinos que normalmente miden entre 5 y 10 cm adaptados
a una gran variedad de ambientes, algunos son pelágicos y forman parte del
plancton pero la mayoría son bentónicos, ya sea viviendo libremente sobre el
sustrato o habitando el fondo de los ecosistemas acuáticos; son los anélidos
mejor representados en el registro fósil (gracias principalmente a restos de
mandíbulas, tubos y rastros).
Su
anatomía interna está compuesta por el tegumento, bajo el cuál hay gran
cantidad de glándulas que segregan moco así como una potente musculatura que
permiten su movimiento y facilitan la excavación, además de tener definidos el
aparato digestivo, aparato circulatorio, respiratorio, aparato excretor y el sistema nervioso.
La
mayoría de los poliquetos tienen machos y hembras separados, y efectúan su
reproducción expulsando al exterior las células sexuales o gametos por lo que
se produce fecundación externa.
Los
poliquetos muestran dos tendencias que corresponden con dos modelos
morfológicos que los distingue claramente; los sedimentívoros o filtradores que
poseen movimientos limitados o inexistentes (Sedentaria) y los predadores, que
tienen una gran capacidad de movilidad (Errantia); durante mucho tiempo se
utilizó la terminología Errantia y Sedentaria, para diferenciarlos pero esta
clasificación se encuentra obsoleta. A día de hoy no se dispone de
una clasificación satisfactoria a nivel de órdenes. Actualmente se reconocen
unas 87 familias vivientes de las cuales 44 carecen de registro fósil.
Los
poliquetos sedentarios viven en tubos sólidos que construyen ellos mismos,
dicho tubo se forma gracias a que el animal segrega una mucosa
que suele endurecerse al combinarse con granos de arena, láminas de mica,
espículas de esponjas y corales, trozos de conchas de foraminíferos y otros
materiales del fondo marino y que fijan a objetos sumergidos o apropiándose de
tubos o alojamientos de otros animales. Atraen el alimento mediante corrientes
de agua que ellos mismo producen para luego filtrar el alimento y después
ingerirlo.
Por
el contrario los poliquetos errantes se mueven activamente excavando en el
barro o la arena, escondiéndose bajo las rocas o los arrecifes de coral
atacando con sus mandíbulas a sus desprevenidas presas, entre las que se
encuentran bivalvos, crustáceos, esponjas, equinodermos y otros poliquetos.
Hallazgos en Colombia
La
primera referencia de hallazgos de poliquetos fósiles en Colombia se da gracias
al hallazgo de una Impresión fósil del tubo aglutinado de un poliqueto
pteriniidae procedente de Cretácico superior de Colombia en rocas de hace 84
millones de años procedentes de la Formación Conejo en la cordillera Oriental,
cerca al municipio de Toca, departamento de Boyacá, otra fauna marina hallada
en estos depósitos incluyen abundantes restos de bivalvos, equinodermos,
braquiópodos y crustáceos decápodos, también se reporta la presencia del
ammonite Pseudoschloenbachia inconstans que
indica una edad para el yacimiento ubicada en el Santoniano inferior – medio.
La muestra actualmente hace parte de las colecciones del Museo Geológico
Nacional Jose Royo y Gómez.
Dicho
tubo está compuesto al igual que en las especies modernas, por material
biogénico, es decir material fabricado por la acción de un organismo vivo, y que
comprende fragmentos de conchas probablemente de moluscos y/o crustáceos, y por granos de arena que generalmente son de
forma alargada y otros materiales no identificados pero no se detecta la
presencia del organismo que lo habitó.
Es
muy difícil que estos invertebrados se fosilicen sin la presencia del tubo
mineral que fabrican, los mejores poliquetos conservados en el registro fósil son
aquellas especies que fabrican tubos calcáreos, a diferencia de los tubos
aglutinados que por lo general presentan un registro fósil más pobre, he aquí la importancia del hallazgo
realizado en nuestro país, ya que la rareza de estos hallazgos nos ayudan a
comprender la evolución en la construcción de estas estructuras en los anélidos
poliquetos y su poco conocido papel en los ecosistemas del pasado.
Existen
un número considerable de familias de poliquetos que tienen la habilidad de
incorporar sedimentos a la hora de fabricar sus tubos, entre ellas se incluyen:
Sabellariidae, Sabellidae, Oweniidae, Alvinellidae, Pectinariidae, Terebellidae,
Trichobranchidae, Apistobranchidae, Longostomatidae , Chaetoptoriidae,
Arenicolidae, Maldanidae y Capitellidae.
El
tubo del gusano marino hallado en Colombia puede ser asignado con total
seguridad al Orden Terebellida y se clasifica tentativamente dentro de la
familia Pteriniidae basándose en su tamaño, su morfología con respecto al
aglutinamiento del tubo y el tamaño de la arena que lo compone, ausencia de
organismo incrustado dentro del tubo y la característica forma cónica del tubo, características
que muestran una gran afinidad con la familia Pteriniidae.
Tal
y como lo comentábamos antes, y a pesar de la utilización de minerales en la
construcción de los tubos, estos rara vez se fosilizan debido a su delgadez y
extrema fragilidad lo que hace que se desintegren rápidamente después de la
muerte del animal, lo que limita nuestra comprensión sobre el origen y
evolución de los gusanos con tubos aglutinados a través del tiempo geológico.Los
reportes que se tienen de fósiles de la familia Pteriniidae con registros de tubos aglutinados
son del Pérmico, Jurásico inferior de Inglaterra, Jurásico de Polonia y Cretácico de Omán.
El
segundo hallazgo de un gusano poliqueto en nuestro país fue publicado este mismo año y en él se describe
una nueva especie de gusano marino hallado también en la Formación Conejo y que
fue bautizado como Protopholoe colombiana
, junto a él, se hallaron también macrofósiles
bentónicos como el gastrópodo Rostellaria
, restos de camarones, restos de decápodos indeterminados, y restos del
cangrejo Cenomanocarcinus, la
presencia del ammonite Paralenticeras
spathi y el bivalvo Magadiceramus
sugiere que dicha fauna marina es de edad Coniaciense superior. El fósil hace
parte de las colecciones paleontológicas del Museo Geológico Nacional Jose Royo
y Gómez.
Protopholoe colombiana. Holotipo
IGM p880663 del Cretácico superior de la Formación Conejo, Boyacá, Colombia.
Fotografía cortesía Javier Luque
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Se
clasifica a Protopholoe colombiana dentro
del Orden Phyllodocida , Suborden Aphroditiformia. Los miembros más antiguos conocidos de este
Orden datan del Devónico de América del
Norte, mientras que para los aphroditiformes el registro fósil más antiguo los sitúa
en el Triásico de Francia, Italia, Madagascar y Líbano con la presencia de la
especie Palaeoaphrodite, cabe anotar
que en la misma localidad francesa donde se reportó el hallazgo de Palaeoaphrodite, se reportó el hallazgo
de la especie Protopholoe rhodanitis, con
quien Protopholoe colombiana comparte características morfológicas.
Protopholoe rhodanitis, del Jurásico de Francia. |
El
fósil de Protopholoe colombiana muestra
un animal de pequeño tamaño, alargado, de contorno ovalado y comprimido de
apenas 9 mm de largo desde la parte anterior hasta la parte más posterior
conservada y de solo 5,5 mm de ancho, cerdas incluidas. De estas posee al menos 10 pares a cada lado. Pese al buen
estado de conservación de la muestra, su
pequeño tamaño no permite determinar muchos de los caracteres necesarios para
determinar a qué familia pertenece, sin embargo sus características muestran
que la especie colombiana se asemeja a Palaeoaphrodite
y a las especies Protopholoe.
La
importancia del hallazgo radica en que es el primer hallazgo de gusanos marinos
poliquetos en el Neotrópico y la segunda especie Protopholoe descubierta hasta la fecha, lo que indica la amplia
distribución que tuvo el Orden durante el Mesozoico.
Importancia de la Clase Polychaeta en la
actualidad
En
la actualidad los poliquetos son uno de los grupos más diversos y abundantes en
todos los sedimentos marinos, lo que es un claro indicador de su éxito como
especie, habitando desde zonas intermareales hasta grandes profundidades, lo
que hace que representen un importante papel en la cadena trófica marina sirviendo
de alimento a una gran cantidad de animales marinos y sirviendo como
indicadores en el monitoreo de ambientes marinos debido a su gran sensibilidad
a los cambios en el medio ambiente.
En
el mar Caribe existen aproximadamente 1.260 especies distribuidas en 447
géneros y 69 familias y se estima que aún faltan unas 500 – 600 especies por
describir. De este total, 253 especies se han registrado para el Caribe colombiano
distribuidas en 43 familias y 138
géneros, si tenemos en cuenta que en Colombia hay muchas regiones por explorar
(tanto en el Caribe como en el Océano Pacífico) que incluyen variedad de
ambientes y profundidades es más que probable que el número de especies sea
mucho mayor.
Agradecimientos:
Quiero
dar mi más sincero agradecimiento al investigador colombiano Javier Luque del Departamento
de Ciencias Biológicas de la Universidad de Alberta, Canadá y co-autor de las
dos publicaciones donde se describen los hallazgos de poliquetos realizados en
Colombia por compartir con nosotros sus publicaciones.
Referencias.
Los
Invertebrados Fósiles. Horacio h. Camacho & Mónica Longobucco. Fundación
de Historia Natural Félix de Azara, 2008. Páginas 503 – 507
Vinn, O.; Luque,J. (2013). "First record of a
pectinariid-like (Polychaeta, Annelida) agglutinated worm tube from the Late
Cretaceous of Colombia". Cretaceous
Research 41: 107–110.
Javier Luquea, Stéphane Hourdeza and Olev Vinna
(2015). “A new fossil bristle worm (Annelida: Polychaeta: Aphroditiformia) from
the late Cretaceous of tropical America”. Journal
of Paleontology, Volume 89 , Issue 02, March 2015, pp 257-261
Diana P. Báez S. & Néstor E. Ardila. “Poliquetos
(Annelida: Polychaeta) del Mar Caribe colombiano”. Biota Colombiana 4 (1) 89 - 109, 2003
Wikipedia
Fotografía
Protopholoe rhodanitis https://science.mnhn.fr/institution/mnhn/collection/f/item/b48340
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Tengo uno así en un fragmento de roca.
ResponderEliminarHola Julián, si quieres puedes enviarnos fotografias a paleofher@gmail.com
EliminarSaludos.