En marzo de 2011 saltaba la noticia
de que habían sido hallados en el desierto de La Tatacoa los restos de un caimán
gigante que habitó el norte de Suramérica durante el Mioceno.
Conocido científicamente como Purussaurus, este superdepredador cuyas
especies han sido halladas también en Brasil, Perú y Venezuela está entre
los cocodrilos más grandes que hayan habitado nuestro planeta.
Hallan fósil de caimán gigante en La Tatacoa
Solo la cabeza medía casi dos metros. El animal
habitó el norte de Suramérica hace unos veinte millones de años.
El fósil del cráneo de un caimán gigante que habitó el territorio que hoy
es el norte del Suramérica hace 20 millones de años, fue hallado en el desierto
de La Tatacoa, en el norte del Huila.
La pieza mide casi dos metros de longitud, y ya se comprobó que se trata de un Purussaurus, un espécimen extinto de la familia de los cocodrilos.
Gladys Vanegas, directora del Museo Paleontológico en el municipio de Villavieja, dijo que el hallazgo es de gran importancia para el conocimiento del animal.
El Purussaurus podía llegar a medir quince metros de longitud, y pesar hasta tres toneladas.
No es el primer hallazgo de este caimán realizado en La Tatacoa; de hecho, un fósil de Purussaurus neivensis (registrado así por la ciudad de Neiva) fue hallado también en 1965 en La Tatacoa.
El Purussaurus habitó en el norte del actual territorio de Suramérica, en un período geológico conocido como Mioceno, hace unos veinte millones de años.
En ese entonces, la cuenca amazónica estaba cubierta por un mar interior, al que llegaban grandes ríos andinos.
Otros hallazgos del Purussaurus se han registrado en Solimões, Brasil; Urumaco, en Venezuela, y en Perú.
Paleontólogos investigan sobre el hábitat y costumbres del animal, y su tamaño masivo y cráneo amplio sugieren que fuera mayormente acuático, gran depredador de mamíferos, tortugas, cocodrilos más pequeños y peces, y se sugiere, incluso, que es posible que haya comido plantas, como ocurre con caimanes modernos.
La foto, tomada de Darren Naish, ilustra las proporciones y tamaño del animal, junto a un ser humano.
Referencia Web
Hallan fósil de caimán gigante en La Tatacoa. RCN Noticias. 06.03.2011 [Última consulta 17.06.2011]
N.A. Desafortunadamente el
artículo ya no se encuentra disponible en la red.
Fósil de cocodrilo gigante en La Tatacoa
El fósil encontrado por Jairo Serrano propietario del afinca “El Peñon de
Constantino”, a siete kilómetros del casco urbano de Villavieja, localizada en
el interior del desierto de La Tatacoa, es motivo de una exhaustiva excavación
por parte de funcionarios de Ingeominas.
Desde el pasado martes, una comisión del Instituto Colombiano de Geología y
Minería, se encuentra en el municipio de Villavieja en busca de lo que podría
ser uno de los descubrimientos de restos fósiles más grandes que se hayan podido
encontrar en el desierto de La Tatacoa.
Un cráneo de aproximadamente 1.50 metros de largo de lo que al parecer
podría ser un “cocodrilo” correspondiente a la era del Mioceno, fue lo que se
encontró don Jairo Serrano en inmediaciones de su finca, quien acostumbra a
recorrer el desierto cada vez que llueve en busca de la aparición de restos
fósiles.
Dentro de su transitar diario y con la experiencia que tiene al identificar
restos fósiles, Jairo Serrano emprendió la tare a de iniciar el proceso de
excavación con todos los elementos necesarios para proteger y conservar lo que
para él sería una pieza más de colección que irían a parar en su estadero “Peñas
de Constantino”, para la admiración de propios y visitantes que a diario circulan
por el desierto de La Tatacoa.
Sin embargo, Jairo Serrano al percatarse de las dimensiones de estas
piezas, decidió dar aviso al Ingeominas, instituto que se ha encargado de hacer
los estudios pertinentes para continuar con la excavación e identificación y
recuperación de este fósil prehistórico.
La información que se tiene hasta ahora por parte del Ingeominas es que el
lagarto encontrado tiene una longitud aproximada de 12 metros y que perteneció
a la era del Mioceno hace unos 14 millones de años, así lo manifestó Javier serrano
en diálogo con LA NACIÓN.
El grupo de ingenieros que se encuentra en la zona, han empezado las
labores de extracción de todas las piezas que conforman este valioso hallazgo,
una vez recuperadas en su totalidad serán transportadas para la ciudad de
Bogotá al Museo Geológico Nacional donde se le harán las respectivas pruebas de
Carbono 14, la cual permitirá conocer con exactitud a que especie perteneció
hace 14 millones de años.
Otros
hallazgos
Paralelo a la excavación que se viene adelantando en el desierto de La Tatacoa,
otra comisión del Instituto Colombiano de Geología y Minería adelanta labores
de reconocimiento en la vereda La Victoria de esta misma población, donde
pobladores han encontrado restos fósiles de tortugas las cuales están siendo
estudiadas por los funcionarios.
Una vez concluido los análisis de laboratorio en la ciudad de Bogotá los
cuales durarán alrededor de dos años, Ingeominas y el Museo geológico Nacional
decidirán si el municipio de Villavieja o el propietario de el “Peñón de
Constantino”, el señor Javier serrano, cuentan con la infraestructura necesaria
para conservar y exhibir en la población esta pieza prehistórica.
Referencia Web
Armando Parra Londoño. Fósil de cocodrilo gigante en La Tatacoa.
Periódico La Nación. 03.06.2011 [Última consulta 16.06.2011]
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Fósil de
caimán gigante permanecerá por ahora en Villavieja
El hallazgo será trasladado en breve a Ingeominas en Bogotá, donde será
sometido a una detallada investigación.
En Villavieja, permanecerá el fósil de un caimán gigante hallado en el
desierto de La Tatacoa, mientras Ingeominas dispone su traslado a Bogotá.
El fósil estará por ahora bajo custodia del finquero Jairo Serrano, que lo
encontró en la zona.
La pieza mide casi dos metros de
longitud, y ya se comprobó que se trata de un Purussaurus, un espécimen extinto de la familia de los cocodrilos,
que podía llegar a medir quince metros de longitud, y pesar hasta tres
toneladas.
A cambio, los restos fósiles de una tortuga y de un Astrapotherium, un mamífero del tamaño de un rinoceronte, también
hallados en La Tatacoa, fueron ya llevados por técnicos de Ingeominas a la
capital del país.
Referencia Web
Fósil de caimán gigante permanecerá por ahora en
Villavieja. RCN Noticias.
06.07.2011 [Última consulta 17.06.2011]
N.A. Desafortunadamente el
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Nuevos monstruos en La Tatacoa
Dada la antigüedad de los fósiles y para poder recuperarlos y
transportarlos, se realiza in situ un paciente trabajo. Se limpian piezas, se
les trata con un consolidante -como le dicen- y después se enchaqueta con papel
higiénico, aluminio y yeso. Trabajo de recuperación de la mandíbula del
purusauro, aún en sitio.
EN UNO DE los rincones del desierto se encontraron restos de enormes
animales que vivieron en la región hace unos 12 millones de años. Una zona
paleontológica excepcional.
De a poco, sin el afán que el paso de los años enseña, el desierto de La Tatacoa
entrega sus tesoros para que la historia, millones de años después, comience a
ser contada por capítulos.
Parte de lo que los conquistadores españoles llamaron "el valle de las tristezas", es quizás la zona paleontológica más rica del país.
De sus entrañas acaban de brotar tres nuevos documentos del pasado.
"Se encontró la mandíbula inferior de un purusaurus, que mide 1,50 metros". También un pedazo de mandíbula inferior de un astropoterio y una caparazón de tortuga.
Estos dos se encuentran, comenta Gladys Vanegas, directoras del Museo Paleontológico de Villavieja, en análisis en Ingeominas, pero la del purusaurus no ha sido extraída aún del sitio
La caparazón y el resto del astropoterio, exponentes de una vida en la que aún brillaban los animales gigantes pese a que los dinosaurios habían desaparecido millones de años antes, brotaron del sector de La Victoria, uno de los puntos que, junto con La Venta, más aporta a la prehistoria nacional.
La mandíbula del purusauro está en predios de El Peñón de Constantino, una especie de oasis en este bosque seco tropical, al norte del observatorio astronómico.
El desierto tiene, de acuerdo con la identificación que en 2006 hiciera la Universidad Nacional, seis zonas de rico contenido de fósiles.
De allí surgen, descubiertos por la lluvia y los vientos, restos de peces, reptiles, anfibios y mamíferos que vivieron de hace 12 millones de años para acá, en el Mioceno.
La región no era nada parecida a lo de hoy. La resequedad de lo que todos llaman desierto no existía. Había árboles y matas frondosas y altas, variedad de grandes animales, pero también otros más pequeños. El clima era más fresco.
El mioceno pertenece a la cuarta época geológica de la era Cenozoica y a la primera del Neógeno. Comenzó hace 23 millones de años y terminó hace 5,3 millones.
Desde Villavieja, puerta de acceso a La Tatacoa, primera capital del Huila, a los sitios donde se han hallado los restos hay entre 20 y 40 minutos por distintos ramales, siendo el más cercano el de La Venta.
Es este el lugar más rico en fósiles que hablan de ese entonces sin humanos.
Allí, de acuerdo con la caracterización de la Surcolombiana, se han encontrado 26 formas de peces, 2 de anfibios, 31 de reptiles, 5 de aves y 87 de mamíferos.
Sobresale el astropoterio, un orden extinto de mamíferos placentarios que pobló distintas regiones de Suramérica, animales de cuerpo mediano que vivieron de finales del Paleoceno hasta mediados del Mioceno.
Es de resaltar además el purusauro, un gigante caimán que vivió en el Mioceno y que alcanzó a medir los 13 metros, teniéndose una especie (neivensis) al parecer endémica.
Los fósiles encontrados regresarán el año entrante a Villavieja, para enriquecer el Museo, dice Gladys. Esperan también el fósil completo de gliptodonte (parecido el armadillo) desenterrado en diciembre.
Tantos misterios ha desentrañado la zona que en el mundo de la paleontología se conoce como La fauna de La Venta, un vistazo más o menos completo a lo que fue el Gran Intercambio Biótico Americano, en el que la fauna norteamericana emigró hacia el sur.
Es que en esta población a 38 kilómetros al norte de Huila, uno de los pueblos más calientes del país según los reportes periódicos del Ideam, y fundada en 1550, todo huele a pasado.
De calles tranquilas, la vida desemboca en un parque de árboles grandes bajo los cuales yace una réplica de uno de los grandes animales que poblaron la región.
La capilla de Santa Bárbara, en un costado, está como detenida en las primeras misas hace más de tres siglos. Y la sede del Museo, también dentro del marco de la plaza, es una vieja casona construida por los jesuitas en 1710.
No todos los fósiles hallados permanecen en la población. Muchos se encuentran en los Museos de Ingeominas y la Universidad Nacional, pero otros reposan en el extranjero en la Universidad de California y en la de Duke, en París y en Kioto.
La exploración no ha sido continua en los últimos años. Ha dependido más de lo que ocasionalmente encuentran los lugareños. Para investigadores de la Nacional, es la única región del país donde hace 12 millones de años se desarrolló tan rica fauna, hoy extinguida.
Por eso cada hallazgo, como los que se acaban de hacer, es una ventana a ese pasado lejano que los textos no acaban de escribir.
Parte de lo que los conquistadores españoles llamaron "el valle de las tristezas", es quizás la zona paleontológica más rica del país.
De sus entrañas acaban de brotar tres nuevos documentos del pasado.
"Se encontró la mandíbula inferior de un purusaurus, que mide 1,50 metros". También un pedazo de mandíbula inferior de un astropoterio y una caparazón de tortuga.
Estos dos se encuentran, comenta Gladys Vanegas, directoras del Museo Paleontológico de Villavieja, en análisis en Ingeominas, pero la del purusaurus no ha sido extraída aún del sitio
La caparazón y el resto del astropoterio, exponentes de una vida en la que aún brillaban los animales gigantes pese a que los dinosaurios habían desaparecido millones de años antes, brotaron del sector de La Victoria, uno de los puntos que, junto con La Venta, más aporta a la prehistoria nacional.
La mandíbula del purusauro está en predios de El Peñón de Constantino, una especie de oasis en este bosque seco tropical, al norte del observatorio astronómico.
El desierto tiene, de acuerdo con la identificación que en 2006 hiciera la Universidad Nacional, seis zonas de rico contenido de fósiles.
De allí surgen, descubiertos por la lluvia y los vientos, restos de peces, reptiles, anfibios y mamíferos que vivieron de hace 12 millones de años para acá, en el Mioceno.
La región no era nada parecida a lo de hoy. La resequedad de lo que todos llaman desierto no existía. Había árboles y matas frondosas y altas, variedad de grandes animales, pero también otros más pequeños. El clima era más fresco.
El mioceno pertenece a la cuarta época geológica de la era Cenozoica y a la primera del Neógeno. Comenzó hace 23 millones de años y terminó hace 5,3 millones.
Desde Villavieja, puerta de acceso a La Tatacoa, primera capital del Huila, a los sitios donde se han hallado los restos hay entre 20 y 40 minutos por distintos ramales, siendo el más cercano el de La Venta.
Es este el lugar más rico en fósiles que hablan de ese entonces sin humanos.
Allí, de acuerdo con la caracterización de la Surcolombiana, se han encontrado 26 formas de peces, 2 de anfibios, 31 de reptiles, 5 de aves y 87 de mamíferos.
Sobresale el astropoterio, un orden extinto de mamíferos placentarios que pobló distintas regiones de Suramérica, animales de cuerpo mediano que vivieron de finales del Paleoceno hasta mediados del Mioceno.
Es de resaltar además el purusauro, un gigante caimán que vivió en el Mioceno y que alcanzó a medir los 13 metros, teniéndose una especie (neivensis) al parecer endémica.
Los fósiles encontrados regresarán el año entrante a Villavieja, para enriquecer el Museo, dice Gladys. Esperan también el fósil completo de gliptodonte (parecido el armadillo) desenterrado en diciembre.
Tantos misterios ha desentrañado la zona que en el mundo de la paleontología se conoce como La fauna de La Venta, un vistazo más o menos completo a lo que fue el Gran Intercambio Biótico Americano, en el que la fauna norteamericana emigró hacia el sur.
Es que en esta población a 38 kilómetros al norte de Huila, uno de los pueblos más calientes del país según los reportes periódicos del Ideam, y fundada en 1550, todo huele a pasado.
De calles tranquilas, la vida desemboca en un parque de árboles grandes bajo los cuales yace una réplica de uno de los grandes animales que poblaron la región.
La capilla de Santa Bárbara, en un costado, está como detenida en las primeras misas hace más de tres siglos. Y la sede del Museo, también dentro del marco de la plaza, es una vieja casona construida por los jesuitas en 1710.
No todos los fósiles hallados permanecen en la población. Muchos se encuentran en los Museos de Ingeominas y la Universidad Nacional, pero otros reposan en el extranjero en la Universidad de California y en la de Duke, en París y en Kioto.
La exploración no ha sido continua en los últimos años. Ha dependido más de lo que ocasionalmente encuentran los lugareños. Para investigadores de la Nacional, es la única región del país donde hace 12 millones de años se desarrolló tan rica fauna, hoy extinguida.
Por eso cada hallazgo, como los que se acaban de hacer, es una ventana a ese pasado lejano que los textos no acaban de escribir.
La labor que hace el Museo Paleontológico
El Museo Paleontológico de Villavieja reúne 786 piezas en exposición de lo
que fuera la vida en la región durante el Mioceno.
Es sitio obligado de visitar en esta pequeña población porque muestra la riqueza paleontológica de La Tatacoa.
En las tres salas que posee se aprecian restos completos o huesos de especies como el purusauro, el astropoterio, el teosodonte (mamífero de cuello largo), marsupiales, toxodonte (otro mamífero del tamaño de un paquidermo, el leontínido, el mastodonte y muchos más.
Una de las salas está dedicada a los xilópalos, madera fosilizada de distintas épocas, así como a otros restos vegetales.
Aunque el espacio no es muy amplio, cuenta Gladys Vanegas, directora hace tres años y medio, al entregarle fósiles a Ingeominas para su estudio el compromiso es que los devuelva para ponerlos en exhibición.
Es sitio obligado de visitar en esta pequeña población porque muestra la riqueza paleontológica de La Tatacoa.
En las tres salas que posee se aprecian restos completos o huesos de especies como el purusauro, el astropoterio, el teosodonte (mamífero de cuello largo), marsupiales, toxodonte (otro mamífero del tamaño de un paquidermo, el leontínido, el mastodonte y muchos más.
Una de las salas está dedicada a los xilópalos, madera fosilizada de distintas épocas, así como a otros restos vegetales.
Aunque el espacio no es muy amplio, cuenta Gladys Vanegas, directora hace tres años y medio, al entregarle fósiles a Ingeominas para su estudio el compromiso es que los devuelva para ponerlos en exhibición.
Referencia Web
Ramiro Velásquez Gómez. Nuevos monstruos en La Tatacoa. Periódico El Clombiano. 09.08.2011.
(http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/N/nuevos_monstruos_en_la_tatacoa/nuevos_monstruos_en_la_tatacoa.asp) [Última consulta 25.01.2012]
(http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/N/nuevos_monstruos_en_la_tatacoa/nuevos_monstruos_en_la_tatacoa.asp) [Última consulta 25.01.2012]
Reflexión final:
En octubre
de ese mismo año, se reporto el hallazgo de otro Purussaurus en Perú, a
continuación les dejo el artículo del hallazgo del 2011 así como otro efectuado
en el año 2005 para aquellas personas interesadas en leer las publicaciones.
Hallan en Perú restos de un cocodrilo prehistórico (2011)
Hallan en Perú fósiles de mayor depredador de la Amazonía (2005)
Comparando las noticias de los hallazgos en Perú y
Colombia que casualmente se dan el mismo año, es curioso ver como la noticia
del hallazgo en Perú recibe cobertura en gran cantidad de medios que incluso se
pueden consultar casi tres años después (y de la del 2005 ya no digo nada), de
hecho la fotografía que utiliza RCN para documentar la noticia del hallazgo de
La Tatacoa, es una reconstrucción del Purussaurus
efectuada por el paleontólogo peruano Rodolfo Salas y el Departamento
de Paleontología de Vertebrados MUSM y que se encuentra en exhibición en el Museo de Historia Natural (Perú) -fotografía inferior-.
En un sentido totalmente opuesto, las referencias al hallazgo
de Colombia prácticamente han desaparecido de la red, de hecho los
articulos originales de RCN y LA NACIÓN ya no se encuentran
disponibles, afortunadamente los tenía imprimidos y pude transcribirlos para compartirlos
con todos ustedes, no creo que tenga mucho más que decir ….
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