Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Subclase: Diapsida
Suborden: Crocodylomorpha
Suborden: Crocodylomorpha
Sin clas.: Mesoeucrocodylia
Familia: Dyrosauridae
Genero: Cerrejonisuchus
Especie: C. improcerus
Etimologia: Cerrejonisuchus improcerus (pequeño cocodrilo del Cerrejón)
Cerrejonisuchus es un género extinto de cocodrilos dryosáuridos, encontrado en la formación Cerrejón, en el noreste de Colombia, correspondiente al periodo Paleoceno.
Con una longitud estimada de 1,22 a 2,22 metros, Cerrejonisuchus es el dyrosaurio más pequeño conocido. El más grande hasta la fecha es Phosphatosaurus gavialoides que llegaba a 7,22 y 8,05 metros de longitud.
Con una longitud estimada de 1,22 a 2,22 metros, Cerrejonisuchus es el dyrosaurio más pequeño conocido. El más grande hasta la fecha es Phosphatosaurus gavialoides que llegaba a 7,22 y 8,05 metros de longitud.
Además, su hocico también es el más corto entre los dyrosaurios, más incluso que Chenanisuchus, hasta ahora el más corto.
Probablemente tenía una dieta consistente en peces, invertebrados, ranas, lagartos, pequeñas serpientes, y posiblemente mamíferos. El corto hocico de Cerrejonisuchus se cree que es una adaptación para una dieta generalista. Se cree que los dirosáuridos de hocico largo, por su parte, eran especies marinas que se alimentaban casi exclusivamente de peces.
Probablemente tenía una dieta consistente en peces, invertebrados, ranas, lagartos, pequeñas serpientes, y posiblemente mamíferos. El corto hocico de Cerrejonisuchus se cree que es una adaptación para una dieta generalista. Se cree que los dirosáuridos de hocico largo, por su parte, eran especies marinas que se alimentaban casi exclusivamente de peces.
Investigadores describen una nueva especie de dirosáurido que habitó América del Sur
Alex Hastings, estudiante de tesis de la Universidad de Florida, examina la vértebra de un antepasado de los cocodrilos que vivió hace 60 millones de años.
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El pequeño 'Cerrejonisuchus improcerus' pertenecía a una familia de reptiles emparentados con los cocodrilos que se extinguió hace 45 millones de años.
Un año después de haber presentado evidencia de la serpiente más grande conocida hasta el momento, el grupo de investigadores que trabaja en el análisis de los fósiles extraídos de la mina colombiana de Cerrejón, acaba de publicar los resultados de su más reciente descubrimiento. Esta vez se trata de la descripción de una nueva especie de dirosáurido, una familia de reptiles marinos poco documentada en América del Sur, y que los investigadores han bautizado como Cerrejonisuchu improcerus o "pequeño cocodrilo de Cerrejón", que además debió servirle como alimento a la gran Titanoboa cerrejonensis.
De acuerdo con los autores, cuyos resultados fueron publicados el pasado 28 de enero en la versión electrónica de la revista Journal of Vertebrate Paleontology, este pariente de los cocodrilos vivió hace 60 millones de años. Si bien la presencia de especies de dirosáuridos es bien conocida en África, Asia, Europa y América del Norte, hasta el momento únicamente cuatro localidades de América del Sur (Brasil, Argentina y dos en Bolivia) habían desvelado fósiles de estos reptiles ya extintos, y poco se sabe sobre su diversidad en esta área del continente.
Alexander Hastings, de la Universidad de Florida (Estados Unidos) y autor principal del estudio, explicó a DiCYT que lo que diferencia al Cerrejonisuchus improcerus de otros dirosáuridos y le concede el título de nueva especie es que tiene un hocico mucho más corto en relación con el resto de su cabeza, y que incluso en su fase adulta era relativamente pequeño.
"Esto es importante desde el punto ecológico porque significa que el animal tenía un papel distinto al del resto de los miembros de su familia dentro del ecosistema. Su tamaño le permitía tener una fuente rica de alimentos (ranas, lagartos y mamíferos pequeños) que no habría sido suficiente para un cocodrilo más grande", dice el investigador.
Con sólo dos metros de longitud, la nueva especie es considerada como la más pequeña de la familia de los dirosáuridos, que llegaban a superar los cinco metros. De allí que los investigadores piensen que el Cerrejonisuchus habría sido una presa fácil para un animal como la Titanoboa, que medía 13 metros de largo y pesaba más de 1000 kilogramos. Los investigadores han encontrado fósiles de ambas especies juntos, además de que entre sus parientes modernos está documentado que las anacondas del Amazonas se alimentan de caimanes.
Desventaja evolutiva
Hace 100 millones de años, los dirosáuridos se separaron de la rama evolutiva que eventualmente generó a las familias modernas de caimanes y cocodrilos. Si bien sobrevivieron a la gran extinción que terminó con los dinosaurios hace 65 millones de años, al final también desaparecieron sin que nadie sepa en realidad las verdaderas razones. Los investigadores sospechan que las causas pueden estar en la competencia por recursos con los eusuquios, que abarcan a los cocodrilos actuales y a sus antepasados directos.
"Los dirosáuridos se ganaron la vida a duras penas hasta que terminó el Eoceno, pero al final los eusuquios ganaron", señala Hastings. "Se cree que las significativas diferencias en la columna vertebral tienen que haber tenido un papel relevante en su extinción. Los dirosáuridos tienen una columna vertebral superficialmente cóncava, mientras que los cocodrilos tienen una articulación de rótula entre cada vértebra. Esto los provee de una columna flexible y firme al mismo tiempo, lo que les dio la ventaja que necesitaban".
Alex Hastings, de la Universidad de Florida, mide un fragmento de mandíbula de una especie recién descrita de dirosáurido de América del Sur. (Foto: Jeff Gage/University of Florida)
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Tras la publicación en febrero de 2009 de la descripción de la Titanoboa cerrejonensis, otro grupo de investigadores que, al igual que ahora, incluía a científicos de la Universidad de Florida y del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá, dieron a conocer la primera evidencia fósil de un bosque neotropical, también a partir de fósiles hallados en la mina de carbón de Cerrejón, ubicada en la península de La Guajira, al noreste de Colombia.
Además de los especímenes recuperados de Cerrejonisuchu improcerus, los investigadores tienen pendiente el análisis de otros 10 individuos de estos antepasados de los cocodrilos de entre los que, según Hastings, podrían salir otras especies desconocidas hasta ahora.
"Los fósiles recuperados en la mina nos están dando un primer vistazo de los bosques tropicales, tal y como los conocemos hoy en día. Cerrejón constituye una de esas raras oportunidades en las que se puede aprender muchísimo acerca de la historia de los trópicos y cómo se formaron los inmensamente diversos ecosistemas de América del Sur", concluyó el investigador.
Referencia Web
Eva Aguilar. Investigadores describen una nueva especie de dirosáurido que habitó
América del Sur. Agencia Iberoamericana para la difusión de la ciencia y la
tecnología. STRI/DICYT. 10 de febrero de 2010 (http://www.dicyt.com/noticias/investigadores-describen-una-nueva-especie-de-dirosaurido-que-habito-america-del-sur) [Última consulta 12.06.2011]
Antecesor de cocodrilos fue un manjar para la mayor serpiente del mundo
La especie solo alcanzaba entre 1,83 y 2,13 metros, lo que la convertía en una presa fácil para la enorme serpiente, de más de 13 metros de largo y 1,25 toneladas de peso.
Un remoto antecesor de los cocodrilos que vivió hace sesenta millones de años en el norte de Colombia fue una de las presas de la mayor serpiente del mundo, la "Titanoboa Cerrejonensis", según un equipo de paleontólogos estadounidenses.
Los paleontólogos de la Universidad de Florida, que describen su hallazgo en el último número del "Journal of Vertebrate Paleontology", descubrieron fósiles de la nueva especie en El Cerrejón, una de las mayores minas de carbón a cielo abierto del mundo, donde hace tres años fueron encontrados restos de la Titanoboa.
Su estudio es el primero que describe un fósil cocodriloforme en esa zona.
Los especímenes estudiados indican que la especie, bautizada "Cerrejonisuchus improcerus", sólo alcanzaba los seis o siete pies de largo (entre 1,83 y 2,13 metros), lo que la convertía en una presa fácil para la enorme serpiente, de más de 13 metros de largo y 1,25 toneladas de peso.
Su pequeño tamaño fue "toda una sorpresa" en comparación con los reptiles gigantes que vivían durante la época del Cretáceo Tardío, señaló el paleontólogo Alex Hastings, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florida.
Aunque el Cerrejonisuchus no está directamente relacionado con los cocodrilos modernos, desempeñó un importante papel en la evolución temprana de los ecosistemas de la selva tropical suramericana, según el paleontólogo Jonathan Bloch.
"Está claro que este nuevo fósil formaba parte de la cadena alimentaria, como depredador y como presa", afirmó Bloch, quien dirigió las expediciones a Cerrejón junto con el paleobotánico Carlos Jaramillo, del Smithsonian Tropical Research Institute de Panamá.
Según Bloch, "en la actualidad las serpientes gigantes se nutren de cocodrílidos y no es descabellado decir que el Cerrejonisuchus fue un alimento frecuente para la Titanoboa", ya que los fósiles de ambas especies han sido hallados unos al lado de otro.
El Cerrejonisuchus improcerus es el miembro más pequeño de los Dirosáuridos, una familia de cocodrilomorfos hoy extinta.
Los dirosáuridos medían unos 5 metros y medio y tenían hocicos en forma de pinza para capturar peces.
Pero el hocico del Cerrejonisuchus era mucho más corto, lo que según los científicos indica que su dieta era mucho más variada e incluía seguramente ranas, lagartos, serpientes pequeñas y posiblemente mamíferos.
Esto revela un nivel inesperado de diversidad entre los dirosáuridos, cuya evolución es más compleja de lo que se creía, según los investigadores.
Los dirosáuridos se escindieron de la rama de la que descienden las familias actuales de caimanes y cocodrilos hace más de cien millones de años. Sobrevivieron a la extinción de los dinosaurios pero finalmente desaparecieron hace unos 45 millones de años.
La mayoría de los dirosáuridos han sido hallados en África, aunque también vivieron en otros lugares del mundo. Hasta ahora sólo se había encontrado un cráneo de dirosáurido en Suramérica, según el estudio.
Los científicos pensaban que los dirosáuridos se diversificaron en el Paleógeno, el periodo de tiempo que siguió a la extinción masiva de los dinosaurios, pero este estudio refuerza la hipótesis de que su diversificación ya se había producido antes. EFE
Referencia Web
Antecesor de cocodrilos fue un manjar para la mayor serpiente del mundo. RPP Noticias / EFE. 03 de febrero de 2010 (http://www.rpp.com.pe/detalle.php?nid=239750&op=7) [Última consulta 12.06.2011]
Referencia Web
Antecesor de cocodrilos fue un manjar para la mayor serpiente del mundo. RPP Noticias / EFE. 03 de febrero de 2010 (http://www.rpp.com.pe/detalle.php?nid=239750&op=7) [Última consulta 12.06.2011]
Otras referencias
Hastings, A. K; Bloch, J. I.; Cadena, E. A.; and Jaramillo, C. A. (2010). «A new smallshort-snouted dyrosaurid (Crocodylomorpha,
Mesoeucrocodylia) from the Paleoceneof northeastern Colombia». Journal of Vertebrate Paleontology 30 (1):
pp. 139–162.
Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Cerrejonisuchus)
[Última consulta 23.04.2014]
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