Recreación de Carbonemys
cofrinii
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Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Sauropsida
Orden:
Testudines
Suborden:
Pleurodira
Familia:
Podocnemidae
Genero: Carbonemys
Especie: C. cofrinii
El
paleontólogo colombiano Edwin Cadena compara su altura con el tamaño de la
caparazón gigante hallada en el norte del país.
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La mina de
Cerrejón, que se extiende sobre 69.000 hectáreas en Colombia, es una de las
mayores zonas mineras de carbón a cielo abierto en el mundo. Fue el escenario
de un gran descubrimiento en 2009. Los paleontólogos encontraron una serpiente
fósil de trece metros de largo. Durante su vida, la boa titánica de Cerrejón, Titanoboa cerrejonensis, podría llegar a
pesar hasta 1,25 toneladas y comía cocodrilos
entre otras cosas.
Esta región
parece haber sido propicia para el desarrollo de los reptiles gigantes hace 60 millones de años
(Paleoceno), casi 5 millones de años después de que los dinosaurios desaparecieron. Los
paleontólogos, encabezados por Edwin Cadena, de la North Carolina State
University, describió recientemente en el Journal
of Systematic Palaeontology una nueva especie de tortuga que tenía el
segundo caparazón más grande conocido en el suborden de los pleurodiras.
Pequeño detalle, pero importante, la tortuga del carbón, que es como se le
llama, podía comer cocodrilos.
Carbonemys es un género extinto de tortuga pelomedusoide de la familia Podocnemididae
que vivió a finales del Paleoceno en la Formación Cerrejón del norte
de Colombia,
hace entre 58 a 55 millones de años. Este contiene una única especie, Carbonemys cofrinii.
El nombre
del género se deriva del latín carbo, carbón y el término griego emys, tortuga de agua dulce, en
referencia a su procedencia de las minas de carbón a cielo abierto de Cerrejón;
el nombre de la especie tipo, C. cofrinii
es en honor de David Cofrin, por su apoyo paleontológico y curatorial al equipo
que realizó el descubrimiento.
C. cofrinii se basa en el espécimen holotipo UF/IGM
41, un cráneo casi completo aplastado, de aproximadamente 20 centímetros de
longitud, dotado de robustos maxilares.
En 2005, un
espécimen fósil de 60 millones de años de antigüedad fue descubierto en una
mina de carbón en el departamento de Guajira, con un caparazón que mide cerca
de 1.72 metros, convirtiéndolo en una de las mayores tortugas descubiertas
hasta el momento.
Dicho
ejemplar, UF/IGM 71 es un caparazón aplastado y articulado, similar en aspecto
al de la tortuga gigante Stupendemys
del Mioceno de
Venezuela,
que fue hallado en el mismo horizonte geológico en el cual se halló el cráneo,
pero no en asociación directa; los autores rehusaron referirlo directamente a
Carbonemys, pero es muy posible que pertenezca a dicho taxón y ciertamente
corresponde al tamaño de caparazón predecido para Carbonemys. Se hallaron también restos de otros caparazones de
tortugas podocnemídidas más pequeñas, que probablemente representan un nuevo
taxón emparentado con Carbonemys y quedan pendientes de asignación precisa.
Cráneo fósil
de Carbonemys, comparado con el cráneo de una de las especies vivas más grandes
de la familia Podocnemidae y un balón de fútbol.
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El análisis filogenético llevado a cabo por
Cadena y colaboradores (2012) indica que Carbonemys
es un pariente cercano de las actuales tortugas de agua dulce Erymnochelys madagascariensis
y Peltocephalus
dumerilianus, con los que forma una subfamilia llamada Erymnochelyinae
junto a varios otros taxones extintos como Dacquemys
paleomorpha, Shweboemys antiqua, Stereogenys cromeri y Bairdemys.
La
presencia de este clado de podocnemídidos indica que ya este grupo de tortugas
se había expandido a principios del Cenozoico en
los neotrópicos,
habiéndose originado probablemente a finales del período Cretácico,
para luego sufrir una reducción a partir del Mioceno quedando limitadas al
norte de Suramérica, el África subsahariana y Madagascar.
Carbonemys habitó a finales del Paleoceno
cuando el actual área de La Guajira era una zona tropical con grandes ríos, en
los cuales han sido descubiertos otros grandes reptiles, como la tortuga Cerrejonemys,
crocodilomorfos
dirosáuridos
como Acherontisuchus
y la mayor serpiente conocida, Titanoboa.
A continuación algunos de los artículos digitales donde se dió cobertura al descubrimiento:
Hallan tortuga gigante guajira de hace 60 millones de años
A continuación algunos de los artículos digitales donde se dió cobertura al descubrimiento:
Hallan tortuga gigante guajira de hace 60 millones de años
Los restos
de una tortuga gigante que vivió hace 60 millones de años fueron hallados en lo
que es hoy territorio colombiano.
El fósil,
descubierto por paleontólogos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte
en Estados Unidos, recibió el nombre de Carbonemys
cofrinii, que significa tortuga de carbón, en referencia a la mina de
carbón en la que fue hallado en el norte de Colombia, en el llamado Cerrejón.
El cráneo
tiene 24 cms de largo y la caparazón 172, una medida similar a la altura del
estudiante de doctorado de la universidad estadounidense que descubrió los
restos, Edwin Cadena, autor principal del estudio publicado en la revista
Journal of Systematic Palaeontology.
"Cerrejón
está en el norte de Colombia, casi en el centro de una península que sale en el
Mar Caribe. Es la mina a cielo abierto de carbón más grande en el mundo y hay
unos huecos gigantes donde se extrae el carbón. Gracias a esos huecos podemos
ver los fósiles", dijo el paleontólogo colombiano desde Carolina del Norte
a BBC Mundo. Los restos de la tortuga gigante fueron hallados en el mismo sitio
donde se encontró Titanoboa cerrejonensis,
la serpiente más grande descubierta hasta ahora.
¿Cómo era
territorio que habitó la tortuga gigante?
El lugar
donde vivía Carbonemys "era muy
similar a un bosque tropical actual como los bosques cercanos a los deltas del
Orinoco y Amazonas, pero era mucho más diverso. Y una de las grandes
diferencias es que era mucho más caliente, entre cuatro y seis grados más
caliente que un bosque tropical actual", explicó Cadena".
"Lo
interesante del Cerrejón es que se trata de la primera vez en el registro fósil
en que podemos entender como era todo el ecosistema, no sólo los animales sino
también las plantas porque tenemos fósiles de plantas, hojas, frutos, incluso
polen y esporas".
GIGANTISMO
El
desarrollo de especies de gran tamaño o gigantismo fue por diversos factores.
"Es
muy difícil pensar que sólo hubo una razón por la cual estos animales
desarrollaron un gigantismo. En primer lugar, Cerrejón es una de las primeras
localidades que conocemos justo después de la extinción de los dinosaurios. E
incluso Cerrejón no está muy lejos de donde ocurrió el impacto en México que
causó la extinción".
La
desaparición de los dinosaurios significó que las tortugas ya no tenían esos
grandes predadores, porque "seguramente los ancestros de estas tortugas
vivieron al mismo tiempo que los dinosaurios y tuvieron que competir por
espacio y por comida o tratar de evadir ataques".
El segundo
factor es que las tortugas, serpientes y cocodrilos en Cerrejón competían entre
sí por espacio y alimento. Si el predador crecía la presa también tuvo que
crecer para poder sobrevivir y ambas continuaron aumentando su tamaño en una
secuencia de eventos, explicó Cadena a BBC Mundo.
"Todo
esto ayudado por un ingrediente grande que es la temperatura, que en los
reptiles es fundamental porque dependen de la temperatura exterior para
funcionar bien. En mi opinión el gigantismo es el resultado de una combinación
de esos tres grandes factores".
MORDIDA
POTENTE
Los restos
fueron hallados en 2007, pero estudiarlos llevó años. Los fósiles tienen
características únicas.
"Carbonemys es diferente a todas las otras tortugas de su grupo por el cráneo, que tiene una configuración de los huesos totalmente diferente", explicó Cadena.
"Carbonemys es diferente a todas las otras tortugas de su grupo por el cráneo, que tiene una configuración de los huesos totalmente diferente", explicó Cadena.
El
paleontólogo colombiano explicó que en las tortugas hay dos grandes grupos, las
pleurodiras, que retraen el cuello lateralmente, escondiéndolo dentro de la
caparazón en forma lateral, y las criptodiras, que retraen el cuello en una
misma dirección.
La tortuga
gigante era una pleurodira, pero era diferente a todas las otras tortugas de su
grupo.
"Todos
los vertebrados tenemos en la parte del frente el hueso prefrontal y el hueso
postorbital.
En Carbonemys estos dos huesos tienen un gran contacto, que en las otras tortugas no está presente. Ese contacto, acompañado de un hueso maxilar robusto, hacía que la mordida fuera muy potente y fuera fácil atacar cocodrilos".
REVELAR AL MUNDO
Cadena ha presentado su trabajo a niños en Colombia y Estados Unidos. En Cerrejón organizó actividades con los chicos de la escuela de la mina llevándolos al campo a buscar fósiles.
En Carbonemys estos dos huesos tienen un gran contacto, que en las otras tortugas no está presente. Ese contacto, acompañado de un hueso maxilar robusto, hacía que la mordida fuera muy potente y fuera fácil atacar cocodrilos".
Recreación
de 'Carbonemys cofrinii' devorando un pequeño cocodrilo. |Liz Bradford.
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REVELAR AL MUNDO
Cadena ha presentado su trabajo a niños en Colombia y Estados Unidos. En Cerrejón organizó actividades con los chicos de la escuela de la mina llevándolos al campo a buscar fósiles.
El
investigador valora la gran oportunidad de "fascinar a los niños cuando
miran el tamaño de los fósiles. Nunca habían pensado que una tortuga pudiera
ser tan grande".
"Es
una parte de la paleontología en la que sientes que puedes hacer algo por la
sociedad, no sólo describir una especie que va a quedar en un museo".
Cadena
asegura que es crucial "abrir la mente de los niños. En Colombia algo
fundamental es valorar la biodiversidad y lo que estamos haciendo con este
descubrimiento es casi que mostrar la historia de la biodiversidad, por qué el
bosque tropical es tan diverso, enseñar a valorar toda la historia hasta llegar
a lo que tienen hoy".
Cadena
espera volver a la mina a colectar más fósiles y también investigar si lo mismo
que pasaba en el Cerrejón tenía lugar en otros lugares más distantes.
"Para
mí no hay nada más emocionante que ir al campo, que ir a estos lugares y
descubrir fósiles que nadie en este planeta ha visto o imaginado que existían.
Poder revelarlos al mundo no tiene precio", dijo el paleontólogo a BBC
Mundo.
"La
idea ahora es volver al Cerrejón, porque creo que la historia de este lugar no
es un caso cerrado y hay tortugas y serpientes más grandes que no hemos
descubierto aún".
Cadena, Edwin A., David T. Ksepka, Calos A. Jaramillo, and Jonathan I. Bloch. 2012. “New pelomedusoid turtles from the late Palaeocene Cerrejón Formation of Colombia and their implications for phylogeny and body size evolution”. Journal of Systematic Paleontology 10 (2): 313-331.
Referencias
Web
Cadena, Edwin A., David T. Ksepka, Calos A. Jaramillo, and Jonathan I. Bloch. 2012. “New pelomedusoid turtles from the late Palaeocene Cerrejón Formation of Colombia and their implications for phylogeny and body size evolution”. Journal of Systematic Paleontology 10 (2): 313-331.
Hallan tortuga
gigante guajira de hace 60 millones de años. BBC Mundo www.bbcmundo.com 19.05.2012 (http://noticias.terra.com.co/ciencia/hallan-tortuga-gigante-guajira-de-hace-60-millones-de-anos,80d44febe4567310VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html)
[Última consulta 04.06.2012]
Wikipedia
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