Estudio sobre fósiles de manatíes del Mioceno revela detalles de su adaptación ambiental
Los fósiles datan del periodo Mioceno temprano, con entre
17.7 y 16.5 millones de años de antigüedad.
Los primeros en hallar fósiles en Pubenza fueron Manuel Mendoza y Eutimio Salgado Bohorquez, habitantes de la región. Trabajos de campo del INGEOMINAS, hoy Servicio Geológico Colombiano, realizaron nuevos hallazgos en 2003 y 2005, los cuales incluyen el espécimen publicado en el estudio. En el análisis del fósil participaron Catalina Suarez Gómez, paleontóloga del Servicio Geológico Colombiano; Javier Gelfo, paleontólogo del Museo de La Plata en Argentina; y Jorge Velez-Juarbe, investigador puertorriqueño y curador de mamíferos marinos en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles, California. Junto a ellos participó Jorge W. Moreno-Bernal, miembro de GEO4, becario del Ministerio de Ciencias y estudiante del Doctorado en Ciencias del Mar de Uninorte.
El fósil fue
identificado como perteneciente al grupo de los sirenios, o “vacas marinas”, y
a la familia de los triquéquidos, que incluye a las tres especies vivientes de
manatí: el de Senegal, el amazónico, y el antillano, que habita la cuenca del
Rio Magdalena y las ciénagas región Caribe de Colombia. El fósil es muy similar
al Potamosiren magdaleniensis, especie extinta de manatí conocida por restos
hallados en el desierto de la Tatacoa, Departamento del Huila. Sin embargo, el
fósil de Pubenza es unos cuatro millones de años más antiguo que el de la
Tatacoa. Además, el fósil de Pubenza no está lo suficientemente completo como
para determinar si es de la misma especie encontrada en la Tatacoa, o si se
trataba de otra especie cercanamente emparentada de Potamosiren.
“El registro
fósil de los sirenios es muy escaso en América Central y América del Sur,
comparado con otros continentes. Esto se debe, en parte, a que no se ha hecho
tanta investigación paleontológica en las regiones tropicales del mundo, como
sí se ha realizado en lugares de mayor latitud como Argentina o Norteamérica”,
señala Jorge W. Moreno-Bernal, quien agrega que ahora hay más investigaciones
enfocadas en el trópico, y se están comenzando a hacer hallazgos en multitud de
localidades de Colombia y otros países tropicales.
Ilustración del manatí identificado en la investigación |
Los manatíes modernos tienen un modo inusual de desarrollar sus dientes. En lugar de dientes de leche que dan paso a los definitivos, los dientes salen sin parar de atrás hacia adelante. Cada molar brota y van moviéndose hacia adelante, empujado por otros dientes, para luego caer al llegar extremo anterior de la fila. Esta adaptación permite a los manatíes comer plantas en agua dulce y en las orillas, que llevan muchos sedimentos y desgastan los dientes. Los fósiles de Potamosiren del desierto de la Tatacoa y de Pubenza indican que este sistema de reemplazamiento dental aún no había evolucionado. En cambio, los dientes de Potamosiren tienen el esmalte dental muy grueso, como adaptación temprana a una dieta de plantas continentales.
Las rocas donde
se encontró el fósil de manatí son conocidas por los geólogos como Formación
Barzalosa. Estas rocas se formaron a partir del lodo y la arena depositados en
el fondo de lagos y pantanos que ocupaban lo que ahora es el valle superior del
Rio Magdalena. Fósiles de algas, tortugas y cocodrilos indican que eran lagos
de agua dulce, lo cual tiene implicaciones para la primera invasión de los
sirenios a hábitats de agua dulce, y su posterior regreso a los océanos.
“La antigüedad y
ambiente asociados al manatí de Pubenza implican que este es uno de los
sirenios de agua dulce más antiguos conocidos (los antepasados de los manatíes
se conocen por fósiles hallados en rocas formadas en ambientes marinos). El
otro fósil más antiguo de manatí y, probablemente también de agua dulce, se
encontró en la Amazonía peruana. Este fósil peruano es un solo molar aislado, y
tiene entre 21 y 17.5 millones de años de antigüedad”, destacó el investigador.
El estudio
también señala que, si bien los primeros
triquéquidos se conocen por fósiles de hasta 28 millones de años de
antigüedad en Europa, estos solo se encuentran en rocas de origen marino. No es
sino hasta que aparecen fósiles de manatíes en Perú y Colombia que se tienen
los primeros registros en agua dulce, durante la época conocida como Mioceno
Temprano.
“La aparición de
triquéquidos en América del Sur coincide temporal y geográficamente con las
primeras etapas del sistema de megahumedales de Pebas. Las condiciones
paleoambientales únicas de este sistema probablemente ofrecieron la oportunidad
para que los sirenios [manatíes] y los odontocetos [delfines] invadieran ecosistemas
de agua dulce”, apunta la investigación.
Katheryn Meléndez. Estudio sobre
fósiles de manatíes del Mioceno revela detalles de su adaptación ambiental. Fuente: Grupo Prensa - UNINORTE 14.04.2021 (https://www.uninorte.edu.co/web/grupo-prensa/noticia?articleId=16520753&groupId=73923&fbclid=IwAR38sdX8tz0_XOwI1-zdhCgMZjWbzRS76Lwrgq9GMe8MDuvz2TZFxxh81vM)
[Última consulta 14.04.2021].
Para más información por favor consulte: Suarez, C., et
al. (2021). "An
early Miocene manatee from Colombia and the initial Sirenian invasion of
freshwater ecosystems." Journal of South American Earth
Sciences: 103277.
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